Reyes mojados, Reyes afortunados

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Basilio Bello

Aunque las previsiones meteorológicas no eran buenas, Melchor, Gaspar y Baltasar se dieron ayer un baño de multitudes en la Costa da Morte

06 ene 2025 . Actualizado a las 11:45 h.

Si afortunada es la novia que se casa lloviendo, afortunados son los Reyes Magos de Oriente, pues un año más llegaron a la Costa da Morte con un temporal bajo el brazo. Aunque, al final, las previsiones más pesimistas no llegaron a cumplirse y la mayoría de cabalgatas, recepciones y fiestas pudieron llevarse a cabo. A cubierto, eso sí, pero sin que la ilusión decayese ni un ápice.

«Unha mágoa que o día non estivese máis apracible, pero nestas situacións hai que improvisar para que as cousas saian o mellor posible», dice Fernando Mato desde la agrupación tradicional O Son do Castro, que como lleva haciendo quince años, acompañó con su música a Melchor, Gaspar y Baltasar por las parroquias e iglesias de Cabana. Claro que en vez de subidos a un tren turístico, este año lo hicieron montados en un microbús y tocando en cobertizos, rectorales, iglesias... «Aproveitando para estar a cuberto» —dice Mato— para mostrarle a Sus Majestades de Oriente un trozo de la cultura gallega y para buscar adeptos entre los más pequeños. «Hai que ir ensinando aos que serán os nosos herdeiros», sostiene el músico: los guardianes de la tradición.

BASILIO BELLO

Bomberos y Guardia Civil, también implicados

Al igual que O Son do Castro, otras muchas entidades culturales y vecinales toman partido en la organización de uno de los días más especiales del año para las familias, un día en el que también están presentes los cuerpos de seguridad y los equipos locales de emergencias, aunque para llevar a cabo unas tareas muy diferentes a las que acostumbran en su día a día. «É moi bonito participar nestas cousas e que non todo sexan emerxencias e présas», explica Suso Felípez, cabo del parque de bomberos Costa da Morte y uno de los cuatro profesionales que ayer se sumaron a la cabalgata ceense junto a José Manuel, Jorge y Marcos. «Saír do parque, que a xente vexa os nosos sistemas de traballo... Os nenos veñen querendo facer unha foto no camión, e a nós ver os seus sorrisos é o que máis ilusión nos fai», añade el bombero.

ANA GARCÍA

Escoltando a Sus Majestades de Oriente por las calles de Cee y ordenando la circulación por el casco urbano estuvieron también dos patrullas de la Guardia Civil de Corcubión. «Sempre que sexa axudar ao pobo, estar cerca, sumámonos», explica uno de los agentes, que resalta que momentos como este les ayudan a tener «unha cercanía coa xente que no día a día non temos. Achéganse, os nenos entran nos coches para ver como son... É algo bonito para nós», añade el uniformado.

Voluntarios de Protección Civil, operarios municipales, agentes de los servicios de Policía Local, empresas patrocinadoras, alcaldes y miembros de las corporaciones, técnicos, artistas o incluso vecinos de a pie. Son muchos los que, con su granito de arena, contribuyen a que todo salga bien y a que siga intacta la ilusión de los más pequeños.

La ilusión de que papá lleve a los reyes a bordo de su barco

Como Silvia Tedín y Sergio Vidal, que, a bordo de su barco Bernaldo, este año tuvieron el honor de acercar al puerto de Camariñas a Melchor, Gaspar y Baltasar. Su hijo pequeño, Xabi, de apenas dos añitos, «estaba emocionadísimo porque o seu papá traía este ano aos Reis. Estaba sen palabras», cuenta ella. Era la primera vez que les tocaba transportar a los tres de Oriente a su llegada a la localidad y fue, a pesar de que el tiempo no ayudó, una experiencia «moi bonita».

Cabalgata en Camariñas
Cabalgata en Camariñas BASILIO BELLO

Ya fuese en barco, en microbús, en carroza, en avión o en vehículos municipales, lograron los Reyes Magos llegar a cada municipio de la Costa da Morte. Para participar en recorridos por locales parroquiales, casas culturales, unitarias, iglesias, pabellones, plazas... Para apelar a la inclusión, como cuando se acercaron al Pazo da Cultura carballés para reunirse con niños con necesidades especiales; para consolar, para premiar y para acordarse de los menos afortunados. «Queremos que hoxe teñades no corazón ás nenas e nenos que non poden celebrar estas datas coma nós, tanto os que viven nas guerras como os da traxedia de Valencia», dijeron a su llegada a la plaza de Carballo, «a maxia dos Reis non esquece a ninguén, e cada pequeno xesto noso axuda a levar un chisquiño de esperanza a quen máis o precisa».

BASILIO BELLO

Llegaron a cada rincón

Y esperanza llevaron estos Reyes. A cada rincón de la comarca: a las iglesias de Cabana, a los locales sociales, al pabellón y al Recuncho Gastronómico de Vimianzo; al polideportivo baiés y al centro sociocultural de Zas; a las parroquias, al Mercado y a las calles de Cee; a los núcleos rurales y a la capital municipal de Camariñas, a todo Carballo, a donde pudieron llegar en A Laracha, a la gran fiesta que les esperaba en el pabellón de Laxe, a los locales sociales de Coristanco, al auditorio de Cerceda, a las casas culturales de Dumbría, a las escoliñas de Muxía y a la Sala da Camposa, al centro de mayores de Fisterra, al Edificio das Escolas de Ponteceso, al colegio Praia de Quenxe de Corcubión, a las calles de Malpica... Tiempo a todo ello les dio, y a repartir los miles de regalos que hoy la Costa da Morte está disfrutando.

O Couto, Malpica, Carballo... Su recorrido por la comarca continúa

Llevan Sus Majestades de Oriente dos jornadas completas en la Costa da Morte, pero todavía no planean irse y aún hoy estarán recorriendo municipios como Malpica. Se acercarán a Cambre (10.00), Cerqueda (10.30), Santiso (11.00), Beo (11.30), Mens (12.00), Barizo (12.30), y Seaia (13.45).

También se dejarán ver por Cances, Carballo, con una cabalgata matutina que culminará con la actuación de las cantareiras de la parroquia tras la misa dominical. En la iglesia de la capital municipal, la San Xoán Bautista, se escenificará la adoración de los Reyes Magos tras el oficio religioso, y en O Couto, Ponteceso, Melchor, Gaspar y Baltasar irán de casa en casa como es costumbre repartiendo paquetes con libros en gallego y productos de marcas autóctonas como Larsa y Deleite.