21 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.
Como esa mano invisible de Adam Smith que regula la economía, en el caso de Baldaio parece que también se aguarda que mareas y corrientes arreglen una situación tan anómala, y que empeora cada año. Una especie de laissez-faire que funciona hasta que deje de funcionar. Tal vez la Xunta debería plantearse actuar en profundidad, con un canal de grandes dimensiones y un dragado interior junto al puente pequeño que minimice futuras incidencias. Que, está claro, las seguirá habiendo.