El movimiento de marcos tómese en sentido figurado, porque en las comisiones de deslinde entre concellos casi nunca hay problemas e incluso sirven de lección de historia, geografía y toponimia para muchos concejales. Solo hubo lío, y del gordo, en la separación de Rus (Carballo) y Erbecedo (Coristanco). Tanto que tuvo que ser el Supremo el que pusiese paz y algo más de gloria para Coristanco, que se quedó con Unemsa, el colegio y unas cuantas casas.
Estos días, las lindes están dando que hablar en los montes de Samiro, que pertenecen a Vilaño (A Laracha) y Berdillo (Carballo). El lugar, en el Nomenclátor, pertenece a los dos (ocurre en bastantes casos, también dentro de un mismo municipio entre parroquias). El BNG larachés reprochó al PP larachés que existiese un vertedero descontrolado. El PP larachés contestó que la ubicación exacta corresponde al municipio carballés, a cuyo Concello ya había avisado. Ayer, el BNG replicó que el que no conoce los límites es el gobierno larachés, «porque o verquido está nos límites da Laracha, e así aparece tanto no PXOM larachés como no de Carballo», aunque en el catastro no aparezca actualizado, «do mesmo xeito que hai casas de Samiro pertencentes a Carballo que no catastro aparecen na Laracha». El BNG se remite al deslinde ya acordado entre los dos concellos en el 2013, aún no en vigor, «pero tamén nos anterior dos 50», y aporta fotos y ubicaciones. Como quiera que sea, los que se van a encargar de retirar los restos que abandonan aquellos que no tienen ni interés por las fronteras, ni mucho menos por el medio ambiente, son los operarios de Aspaber, que por lo menos trabajan para ambos y así no habrá conflicto de competencias.
Lo de las delimitaciones a veces es complejo y se soluciona con buena voluntad. O con buena hermandad. En Ponte Lubiáns, por ejemplo, le tocaría limpiar el puente a Patrimonio, como se acordó hace años. Pero no lo hace. Así que deberían asumirlo dos los vecinos de marco, Carballo y Coristanco. La realidad es que es la brigada de Carballo la que se va encargando de todo.
También podría dar que hablar el dolmen de Pedra da Arca, entre Regoelle (Olveira-Dumbría) y Baíñas (Vimianzo). Está en el límite, pero por la documentación que maneja Modesto García Quintáns (hace unos años publicó un extenso artículo en La Voz), la parte principal le correspondería al municipio dumbriés. Podrían citarse bastantes más ejemplos, desde el campo de fútbol de A Piña, también entre Carballo y A Laracha, a la situación de algunas viviendas particulares que cambian de partido judicial entre la sala y la cocina. Y sin moverle los marcos.