
El ala pívot de la selección española confiesa que sigue notando cosquilleo antes de las convocatorias de Scariolo
04 dic 2020 . Actualizado a las 19:52 h.Jonathan Barreiro (Cerceda, 1997) volvió a hacerse un hueco entre los trece elegidos por Sergio Scariolo para la ventana FIBA. Ha sido internacional en las categorías inferiores y se va abriendo hueco en la absoluta. No jugó ante Israel, pero completó una gran actuación frente a Rumanía. Fue el más valorado del equipo, junto a Brizuela.
-¿Daba por hecha la llamada de Scariolo o sigue habiendo cosquilleo cada vez que se acerca una convocatoria?
-Siempre tienes el cosquilleo. Por suerte, hay muy buenos jugadores nacionales, todos en la órbita de Scariolo y la selección. Es un plato de buen gusto cuando te llama.
-¿Qué le pide?
-Como a todos, que sigamos en la línea de nuestro juego, aportando lo mismo que en nuestro club, con las señas de identidad de cada uno. En mi caso, trasladar a la selección la defensa, rebote y tiros liberados que hago en mi equipo.
-¿Tiene ya galones?
-Los galones se tienen que ir ganando partido a partido. Hay mucho talento aquí. Me siento bien en el grupo, todos sentimos que aportamos nuestro granito.
-Y esa es la clave, parece. Ven en cada convocatoria una oportunidad, pese a las ausencias de Euroliga y NBA.
-Es que para nosotros es una gran oportunidad de seguir mejorando. Nos conocemos de jugar en contra y estos días estamos juntos. Llevamos muchas ventanas juntos. Hemos formado un equipo con buena química.
-Y con éxitos como el último oro en el Mundial 2019, imagino que se sentirán partícipes.
-Estamos súper orgullosos de haber puesto nuestro granito. Está claro que es un orgullo ver a España lo más arriba. Pusimos nuestro pequeño granito. Estoy muy feliz por el oro.
-¿Qué le está pasando a su Zaragoza?
-Está claro que no es el inicio de temporada que todos deseábamos. Son cosas que pasan. Tenemos que volver al camino que queremos. A nadie le gusta verse abajo, y menos a nosotros. Este equipo y los jugadores somos ambiciosos. Soy optimista. Vamos a darle la vuelta a esta situación y estar donde queremos, más arriba.
-Hay tanta igualdad en la Liga Endesa que la diferencia entre la victoria y la derrota es, con frecuencia, una sola canasta.
-Sí. Hay equipos como Madrid, Barça, Valencia, Baskonia... Pero es posible ganarles. Estuvimos a punto contra el Valencia. Y hasta el último cuarto con el Barça tuvimos nuestras opciones. Cada partido es un mundo y hay que ir a ganar siempre.
-¿Ha visto algún partido del Obradoiro?
-Alguno sí le he visto.
-¿Y qué le parece el equipo?
-La verdad es que estoy muy contento por Moncho. Me parece un grandísimo entrenador, que sabe formar equipos cada año, fichando gente nueva. Tiene mucho mérito.
-Tiene 23 años pero parece que sean 28 o 29, por el tiempo que lleva en la ACB. ¿Se ve como un veterano prematuro?
-(Risas). La verdad es que en parte puede parecerlo. En Zaragoza son ya cinco años, y estoy muy contento. La ciudad me trata muy bien, me apoya. Me tratan como a un maño más. En la ACB estoy muy contento. Trabajo y me esfuerzo para seguir dando mis pequeños pasitos.
-¿Sigue volviendo a Galicia cuando tiene oportunidad o se va desconectando?
-Siempre que puedo. Mi tierra me tira mucho Desde pretemporada no he podido ir, pero en verano siempre voy los dos meses que puedo para estar con mi familia, mis padres, mi abuelo. Soy muy familiar. Nunca me voy a despegar de Galicia.
-¿Uno se acostumbra a jugar sin público?
-Cuesta jugar sin público. Es parte fundamental en el baloncesto y del espectáculo. Ojalá que dentro de poco, con las medidas adecuadas, pueda entrar público al pabellón. Sería muy bueno para el baloncesto y para nosotros, para todos.