Las patrullas de Tráfico de la Guardia Civil de A Coruña y Corcubión abrieron diligencias contra 51 conductores, diez menos que en la campaña del 2016
05 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La campaña de la Dirección General de Tráfico y del área de Tráfico de la Guardia Civil, que arrancó el pasado día 22 de diciembre y se prolongará hasta este domingo, viene marcada, hasta la fecha, por la leve caída en los positivos detectados de alcohol y drogas en la Costa da Morte, con respecto a la iniciativa llevada a cabo en el 2016.
Los datos provisionales, y a la espera de confirmación de resultados de las muestras enviadas a los laboratorios, indican que se han detectado 37 positivos por exceso de consumo de alcohol y 14 por estupefacientes. A la espera de lo que suceda este fin de semana, se trata de 10 infractores menos -5 por drogas y otros 5 por alcohol- que los registrados hace ahora un año. En total, las patrullas han parado a más de 4.000 vehículos desde que la Dirección General de Tráfico diera el pistoletazo de salida a esta nueva campaña de prevención.
Dos son los motivos argumentados desde la Guardia Civil para justificar esta tenue mejoría en las estadísticas provisionales. La primera, el incremento de los informes de atestados derivados del repunte de la siniestralidad. Y eso que, por suerte, no hubo que lamentar víctimas mortales y heridos graves. En su mayoría han sido percances en vías interurbanas, en las que los conductores implicados no se ponían de acuerdo y tuvo que ser Atestados de Tráfico quien resolviera a golpe de diligencias. Sin embargo, estas incidencias detrajeron recursos humanos y técnicos para llevar a cabo más controles preventivos en los principales accesos y salidas de la Costa da Morte.
Un segundo factor que explicaría esta mejoría provisional de las cifras de positivos hay que buscarla en el tiempo. O, mejor dicho, en el mal tiempo. Las intensas lluvias registradas en las últimas jornadas, unido a las sucesivas alertas naranjas y las ciclogénesis explosivas Ana y Bruno, provocaron que hubiera un menor número de desplazamientos en coche a los inicialmente previstos, lo que, de alguna manera, sirvió para que hubiera menos vehículos circulando por la red viaria, sobre todo, en fechas señaladas como Nochebuena, Navidad o fin de año.