
Ni formando parte de una lista electoral logró zafar y la volvieron a llamar para las próximas municipales, aunque recurrió y finalmente no tendrá que presentarse. Su caso ya es motivo de guasa entre familiares y conocidos
17 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Desde que Adriana Balufo cumplió los 18 años, en enero de 2014, se han celebrado nueve procesos electorales de distinto tipo, y a ella la han convocado para formar parte de las mesas en cuatro. Está empadronada en Corcubión, municipio de poco más de 1.500 habitantes, pero ni aún así su caso ha pasado inadvertido y ya es motivo de guasa entre sus familiares y conocidos.
Tras ser presidenta en dos ocasiones y vocal otra más, y al no haber disfrutado especialmente de la experiencia, este año incluso se animó a aceptar formar parte de una lista electoral convencida de que, de esa manera, su nombre no sería elegible en el sorteo. Pero ni aún así se zafó: esta vez le tocó de vocal. «Recurrín alegando que formo parte dunha lista e que me tocou máis de tres veces nos últimos anos, e afortunadamente aceptárono e xa non terei que ir», cuenta la joven, que no se cree el cuento de que le toque porque en Corcubión hay poca población. «Sempre que fun había xente distinta nas mesas, e teño amigos aos que nunca lles tocou», añade.
Son muchas horas de encierro para la retribución recibida, «pola que ademais hai que esperar varios meses», dice, añadiendo que probablemente personas desempleadas, o que perciban algún tipo de prestación, seguramente apreciarían mucho más este pequeño ingreso extra.
Para las próximas elecciones de mayo le tocó de suplente, pero agradece no tener que ir porque, dice, «as municipais son as peores, dan máis traballo e están máis encima [vixiando», apunta. Aunque de 2019 guarda una curiosa anécdota: «Un dos candidatos convidoume a unha churrascada porque dixo que lle dei sorte e foi o ano no que máis votos sacou».
Sin trampa ni cartón, pero con alguna que otra anécdota, se saldaron sus tres experiencias electorales: «Algunha xente, sobre todo maior, cando fun presidenta non me daban a min o DNI ao ser unha rapaza nova. Tiven que explicarlles que ao ser eu a presidenta, correspondíame a min esa función. Algún refunfuñou, pero acabárono entendendo».