«Homes e mulleres de Corcubión, preparádevos! Preparádevos para defender a vosa vila! Acudide!»
CORCUBIÓN
La victoria fue, de nuevo, para los valientes locales. Con un pequeño susto arrancó el Desembarco, pero remató como marca la historia. Este sábado sigue el Mercado Medieval
27 jul 2024 . Actualizado a las 01:07 h.«Homes e mulleres de Corcubión, preparádevos! Preparádevos para defender a vosa vila! Acudide!»
Y acudieron. Con toscas armas, pero mucha fuerza y valentía, dispuestos a morir por su tierra. Ya no se veían este viernes las últimas luces del día cuando en la abarrotada playa de Quenxe, Corcubión, comenzó la recreación del Desembarco, icónico episodio de un Mercado Medieval cuya 22.ª edición estará en marcha hasta el domingo. Narraban pasadas las once menos cuarto de la noche el matrimonio de Rodrigo de Moscoso con Xoana de Castro, año 1429, cuando la falta momentánea de un pequeño de cinco años llevó a la organización a detener el espectáculo.
Por fortuna, bastaron minutos para que el desenlace fuese feliz y pudiese seguir la historia. La de este viernes y la de aquel entonces, con el puerto corcubionés erigido en punto comercial estratégico y a la vez punto de enfrentamiento, por apetitoso, entre la Iglesia compostelana y la nobleza laica. El señor de la villa, 1457, hubo de ausentarse con sus tropas y dejó a Xoana dispuesta a cumplir con su deber, señora de Corcubión. Aprovechó la situación el arzobispo Rodrigo de Luna, «malvado, pérfido, cobarde, arrogante», como aquí lo describieron, para ordenar atacar por mar el pueblo y hacerse con él. Llegaron las tropas con endiabladas espadas y fuego, se les antojaba una conquista fácil, pero del otro lado tuvieron la maña, el encono, la identidad.
«Homes e mulleres de Corcubión, preparádevos! Preparádevos para defender a vosa vila! Acudide!», clamaba el vasallo Gómes de Rioboo, presto a encabezar la defensa en lealtad al conde Moscoso. Tañían las campanas y los vecinos, otrora entregados a la música y al baile en comunidad, al trabajo en el mar y las redes, acudieron.
Lo que pasó es historia. Rodrigo de Luna hincó la rodilla ante un Rioboo al que antes vilipendió e insultó, pero este, erigido héroe local, también pagó con la vida haber conseguido la libertad de Corcubión.
«Sodes máis que un pobo, sodes o que vós queirades ser». Se volvieron a escuchar este 26 de julio en Corcubión estas palabras, espoleo para el orgullo de un pueblo que, en el momento actual, ha logrado mantener y avivar la llama de un Mercado y un Desembarco en el que participó la corporación y asociaciones locales. A partir de las 11.30 horas de este sábado sigue la fiesta y el disfrute de la victoria.