
Confirma un aumento de los accidentes por caídas en la línea de costa
08 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Manuel Capeáns Álvarez (Santiago, 1973) es desde el mes de junio del pasado año el jefe del Centro de Control de Tráfico y Salvamento Marítimo de Fisterra, situado en el monte Enxa de Porto do Son. Una de sus responsabilidades es atender cualquier situación de emergencia que ocurra en las costas gallegas. Su pasión por el mar le viene de muy pequeño. A pesar de que nació en la capital compostelana, sus raíces están en Noia, de donde es natural su madre. En las playas barbanzanas comenzó a darse cuenta de que el mar era además de su pasión, el modo en el que quería desenvolverse profesionalmente.
-¿Por qué se decidió por la carrera de marino?
-Estudié Derecho por mis padres, pero al terminar hice Náutica en A Coruña para materializar una vocación y una afición. Desde pequeño siempre me llamó la atención el mar. Con 8 años hice mis primeros pinitos navegando en barcos de recreo en el Náutico de Portosín.
-¿Cómo llegó a monte Enxa?
-Empecé a formarme en el barco de salvamento Ría de Vigo en el año 2000. Cinco años después mi destino fue el centro de control de Baleares. También pasé dos años en el avión de reconocimiento de Sasemar con base en Santiago y en el 2009 acabé en el centro de salvamento Fisterra. El año pasado, al jubilarse Manuel Iglesias, me lo propusieron y acepté encantado.
-¿Qué volumen de barcos suele pasar al año por el corredor de la costa de Galicia?
-El año pasado navegaron frente a las costas gallegas unos 36.000 buques. En sus bodegas llevaban 250 millones de toneladas de todo tipo de mercancías. También pasaron frente a nuestras costas 500 buques de pasajeros, lo que implica alrededor de un millón de personas a bordo.
-¿Cuáles suelen ser las mercancías más habituales?
-Normalmente los contenedores son los más habituales, pero también son frecuentes los graneles como líquidos y sólidos, principalmente los derivados del petróleo, químicos y también granos y cereales.
-¿Cuántas intervenciones tuvieron el año pasado?
-Las intervenciones realizadas el año pasado por Salvamento Marítimo de Fisterra ascendieron a más de 440. Las efectuadas en las embarcaciones de recreo fueron las más numerosas pues se contabilizaron 175. En los pesqueros, 150, y en los barcos mercantes, 100.
-¿Por qué tipo de incidencias son requeridos sus servicios más habitualmente?
-Pues en los barcos de recreo las más frecuentes son que se queden sin gobierno o sin combustible. En los pesqueros, la mayoría de las peticiones de ayuda son porque se les enganchan los aparejos a la hélice y quedan a la deriva. También tuvimos el año pasado 29 evacuaciones a bordo por cuestiones médicas. Los vuelcos, los hundimientos, vías de agua o incendios son los más peligrosos y siguen pasando.
-¿Cuáles son los peligros que más aumentaron?
-Sin lugar a dudas las caídas de personas en la línea de costa. En los últimos diez años se produjeron 189 y se deben principalmente a gente que se dedica a la pesca deportiva y también por hacer fotos junto al mar.
-¿Es cierto que la seguridad marítima tuvo un antes y un después del hundimiento del Prestige?
-La verdad es que sí. Antes del accidente, el corredor de seguridad estaba a 12 millas y había una vía de subida y otra de bajada. Ahora, el límite está en las veinte hasta las cuarenta millas y con dos vías en cada sentido. Además, las embarcaciones con mercancías peligrosas tienen que navegar por las más alejadas de la costa. Ahora, con esta normativa nosotros tenemos más tiempo de respuesta para atender una emergencia. Cuanto más alejado esté el barco de la costa será más fácil evitar algún desastre.