El arquitecto César Portela, que diseñó el cementerio de Fisterra, aprueba su reconversión

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

ANA GARCÍA

Apunta que lo importante es que se le dé uso, sea cual sea

08 ene 2023 . Actualizado a las 20:02 h.

El cambio de uso del cementerio nuevo de Fisterra, nunca estrenado, que pasará de dar cobijo a ataúdes a hacerlo solo a urnas de cenizas de difuntos, tiene el visto bueno de su diseñador, el arquitecto César Portela. No era necesario, porque es propiedad municipal y el Concello puede obrar a su gusto (con las numerosas limitaciones de Costas, Patrimonio, Xacobeo o Autoridad Portuaria). O puede no obrar, que es lo que ha hecho en estos 25 años que hace que acabaron las obras de una limitada primera fase.

Pero dado que el concepto fúnebre ha tenido tantos premios, reconocimientos y eco internacional, el propio autor podría disentir. Y nada más lejos. «Paréceme moi ben, e iso servirá para rematar a obra. As que non me gustan son as que ao final non se usan nunca, e esta está feita para usarse», explicó. El hecho de que los nichos sean para cenizas, y no para ataúdes, no le incomoda: «Nada, o que hai que facer é utilizalo. Aí gastáronse cartos, e iso hai que aproveitalo, non pode quedar abandonado. E creo que neste caso gastáronse ben», indica desde su residencia en Pontevedra.

Pese a que ya han pasado muchos años desde que se hizo la obra, las referencias son constantes, desde publicaciones a comunicaciones. «A min chámame xente que me di que foi por alí a velo, para darme as impresións, e tamén me comentan que no Concello houbo solicitudes para facer alí os depósitos de cinzas», señala.