Además de apostarse en las playas por la noche, salir en barco para captar ardora o ardentía ya es tendencia, pero la ciencia trae sorpresas: se le atribuye este fenómeno a la noctiluca, pero en estas aguas del finisterrae no hay ni rastro de ella... ¿Qué es, entonces?
26 ago 2024 . Actualizado a las 20:15 h.Arde el mar en aguas de Fisterra y lo que lo ilumina es, en gran medida, la especie protoperidinium diabolus. Tiene su miga el asunto, más allá de la chanza. El deseo de presenciar y captar el fenómeno mar de ardora, sobre todo en playas de la Costa da Morte, está llevando a vecinos y visitantes a apostarse en los arenales por las noches. Dos muestras recientes: Estorde (Cee) o Carnota. De un tiempo a esta parte, proliferan incluso rutas en barco para tratar de presenciar la bioluminiscencia mar adentro. Los viajes no solo sirven para el recreo, sino también para el estudio, y así lo hizo Fran Rodríguez, investigador del Instituto Español de Oceanografía, un proceso que documentó la fotoperiodista de La Voz Ana García. En la embarcación Fish-Terra tuvieron ambos como anfitrión a Julio Canosa Marcote, O Jallejo.
«A ardora máis intensa que mirei foi na praia de Rebordelo, en Cabana, na ría de Corme e Laxe. E hoxe, aquí: isto é brutal». Lo confesaba Rodríguez en esta salida en barco, mecido por un silencio nocturno solo roto por el bamboleo del agua, y con un impresionante ronsel azul tras la nave. «Hai moitísimo. Nas Rías Baixas, aínda en verán, é máis difícil velo tan ben como aquí na Costa da Morte, por causa da contaminación lumínica. Hai que coidar estas paisaxes. Sempre se fala das estrelas, do ceo, e tamén, pero espectáculos como este do mar de ardora, tan atractivos para locais e visitantes sobre todos nos últimos anos pola facilidade para captar e difundir vídeos e fotos, son un atractivo máis da natureza. Sabendo, claro, o impredicible que é, que o podes ver hoxe e mañá nada. Esta luz provén de algas microscópicas que se moven coas correntes, que se desprazan», explica el investigador. Se da sobre todo en verano, cuando la temperatura del agua aumenta y crecen más las microalgas, especialmente los dinoflagelados, responsables del fenómeno.
Sin rastro de noctiluca
«As mareas vermellas e a ardora son algo coñecido dende antigo pola xente do mar, pero unha cousa é que sexa habitual e outra é querer estudalo, saber que especies son, se vai a máis ou a menos e por que», precisó Fran Rodríguez. Se subió a la embarcación con un sensor para medir temperatura o salinidad del agua, sus condiciones físicas, y con varios recipientes para recoger muestras en superficie, seis puntos desde Fisterra, pasando por la playa de Talón, Sardiñeiro, Langosteira... El agua en verano suele estar «quente en superficie», 18-19 grados esa noche, en los dos primeros metros. Después, hacia una mayor profundidad, el cambio es brusco. No había tanta variación en salinidad.
Las muestras permitirían analizar en microscopio las especies que causaban esta luz azul: «Seguramente dinoflaxelados. Hai varios xéneros e especies bioluminiscentes». En Galicia se conocen las Alexandrium tamarense o los Lingulodinium polyedra (Sada, por ejemplo): «Se fosen noctiluca serían tan grandes que poderiamos velas xa nesta mostra [decía señalando un recipiente], veriamos boliñas flotando cunha cor tirando a laranxa, pero aquí non vexo nada diso. Si auga turbia, cor típica doutras especies». Y estaba en lo cierto. El estudio en el Oceanográfico evidenció que, por más que se atribuya la ardora al organismo noctiluca, en el mar de Fisterra no había ni rastro de ella: «En canto ao fitoplancto que son os dinoflaxelados, predominan os protoperidinium, e en concreto a especie Protoperidinium diabolus. Heterótrofa, microscópica, fai a fotosíntese, con certo parecido á noctiluca». También le acercaron muestras de ardora de Carnota, y lo mismo: en este caso, alexandrium tamaranse.
Algo «doutro mundo»
O Jallejo, a sus 43 años (es del 81, del 23F), también está viendo últimamente el mar de ardora con otros ojos: «Para a xente de aquí sempre foi algo natural, pero os de fóra veno como extraordinario, novidade, algo doutro mundo, agora púxose de moda. Pasa o mesmo coas baleas ou as candorcas, que eu xa vía hai vinte anos. Claro que é bonito de ver [o mar de ardora], e se coincide con golfiños navegando ao lado... Hoxe vimos dous, pero tenme pasado de ver 15 ou 20, parecen foguetes ou ou fantasmas». Para la gente del mar, la ardentía no era cosa tan buena para la pesca: «Iluminaba redes, sedelas, todo». La primera vez que Julio vio mar de ardora este verano fue el 17 de julio.
De oficio, él es patrón de la lancha del práctico de Corcubión: «De aí veñen os meus ingresos. Traballo cando veñen barcos, así que tiña dispoñibilidade para facer isto, compaxinalo, a lancha xa a tiña». Creó Fish-Terra en el 2018 y en sus salidas con visitantes (mucho madrileño en el ámbito nacional, pero también japoneses, estadounidenses...) predomina la pesca: la embarcación tiene cuatro plazas a mayores de la suya, trabaja con familias o amigos que quieren pasar un día en el mar pescando: «Só teñen que traer ganas, o resto póñoo eu. Pescar en verán é cómodo, chanquetas, pantalón curto e camiseta. Case que temos un mes escaso e é un complemento que, ademais, me gusta. Ver os rapaces sacar un peixe por vez primeira...». Aun así, si quien reserva pide solo salir a pasear, o tratar de avistar delfines o mar de ardora, O Jallejo también sabe adónde dirigirse y probar suerte. Porque suerte es.
¿Dónde ver mar de ardora? Desde que lo fotografiase por vez primera en Carnota, la fotoperiodista Ana García lo ha documentado en numerosos puntos de la Costa da Morte (ver aquí). Es imposible decir un lugar y que, con certeza, vaya a darse, pero, como recomendación, busque uno sin contaminación lumínica. Desde tierra, Estorde (Cee) o Carnota viven un auténtico bum estos días. También se puede intentar ver por mar, con salidas como esta de Fish-Terra, entre otras opciones.