Los mares y los ríos, más limpios

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

LAXE

Ana Garcia

Varias entidades dedicaron el fin de semana a sacar basura o a las rozas de los cauces

29 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las limpiezas de ríos y playas han dejado de ser una novedad, algo anecdótico, para convertirse en una tarea con cierta frecuencia gracias al trabajo y la conciencia de colectivos y personas individuales, que dedican algunas horas de su tiempo libre los fines de semana para echarse al agua dulce, o a la salada, para despejar ribeiras o sacar restos del mar. Un trabajo que, con los años, han ido desarrollando asociaciones como Asoar-Armega, Mar de Fábula y otras.

Justamente el pasado fin de semana coincidieron tres actuaciones en marcha en la comarca: la de la Cruz Vermella, Senda Nova y Contramínate, y la Venatoria de Bergantiños. Y, además, el viernes, la comunidad escolar del instituto Fin do Camiño de Fisterra salió a realizar trabajos del mismo tipo en la playa de Langosteira.

La Cruz Vermella eligió la laguna de Baldaio para acometer la limpieza, a cargo de unos 30 voluntarios, bajo las indicaciones (para las zonas a actuar) de las mariscadoras de Santa Elena. Ana Veira, de la entidad organizadora, explicó que retiraron vidrios, plásticos, palillos de los que se usan para limpiar los oídos, numerosos restos de redes, cajas de pescado... De todo. Dedicaron tres horas de esfuerzo y retiraron del mar 389 kilos de residuos, depositados más tarde en sacas grandes y pequeñas que fueron a parar a los contenedores. Todo ello, en la orilla de la laguna, lo que da una idea de lo que se podría encontrar más adentro, con más tiempo.

También Contramínate, junto a Senda Nova (bajo la iniciativa de Adega), dedicó una buena parte del sábado a eliminar restos de la laguna de Traba, cuyo resultado plasmaron en una imagen con todos los voluntarios y todos los restos (plásticos, madera, artes de pesca, productos metálicos...), que sumaron más de 200 kilos. Empezaron a las 11.00, desde el mirador y hacia la entrada de la playa. La actuación venía precedida de varias comunicaciones a Portos, la Demarcación de Costas, el Concello y la cofradía de pescadores de Laxe para informarlos del «sucio estado» del puerto y de la playa, solicitando medidas para conseguir un cambio de prácticas de conciencia en el sector del mar, además de en la población en general, «para reducir os residuos na costa e evitar o deterioro no noso litoral».

Desde la organización, señalan: «Somos testemuñas das malas prácticas no tratamento de residuos no porto de Laxe. De cotío, no peirao, hai acumulación de cordas e lixo pequeno que non se recolle, procedente dos labores de limpeza e mantemento de redes. O vento encárgase de levar os restos das cordas botando todo ao mar para que as ondas as depositen na praia, e porto, auga e praia convértense nun mar de plástico», explican.

No pasa solo en Laxe. Ni por los usos, ni por las corrientes. A veces, en Caión, en la playa situada cerca del muelle, junto a las furnas, también aparecen elementos llegados de barcos o de otros zonas de Galicia. Y en cualquier playa a mar abierto, lo mismo, como bien saben los que pasean por ellas con frecuencia, los pescadores de caña que gustan de calas y salientes tranquilos, o los buscadores de crebas. Por citar un ejemplo, en el litoral de Carballo, desde Razo hasta el límite con Caión, en Rebordelos, no es raro hallar de todo: desde un extintor hasta una boya, pasando por grandes maderas o plásticos.

Los ríos son el otro destino de los voluntarios, sobre todo de las sociedades de pesca. En Carballo, Coristanco o Baio (y sus entornos) son habituales. La Venatoria de Bergantiños, a través de su sección de pesca, se aplicó, un día más, este pasado sábado. Ya van dos jornadas, y queda una tercera. Trabajaron en el tramo que va de A Milagrosa hasta O Bosque, en la zona más próxima al casco urbano. Se centraron, sobre todo, en la poda, para dar más luz al cauce y eliminar las maderas que los obstaculizan. Juan Luis Río Arnejo señaló que, por lo demás, el agua estaba bastante limpia, nada que ver con lo que ocurre en el otro extremo, en la zona del Muíño do Quinto. «Este tramo no que traballamos mellorou moito, pero aínda así víase algún plástico e algunha zona contaminada», indicó.

En Río-Mar de Baio llevan ya cinco limpiezas en el río Grande. Para la sexta y última esperarán a febrero. Han retirado centenares de kilos de madera, al igual que otros años.