El fuego en los tres bloques de Laxe, que se reavivó de madrugada, deja treinta pisos desalojados y trece de ellos calcinados
LAXE

















El Concello buscó alojamiento para diez personas
01 jun 2025 . Actualizado a las 17:56 h.El balance de daños por el fuego en los tres bloques parejos de viviendas en la avenida Cesáreo Pondal de Laxe dejó finalmente treinta familias desalojadas (de los 34 pisos en total), y entre doce y trece viviendas calcinadas en mayor o menos medida. Las llamas, que comenzaron antes de las dos de la tarde, fueron extinguidas por los bomberos, unas tareas en las participaron integrantes de los parques de Carballo, Santa Comba y Cee, además del GES de Ponteceso. Protección Civil, Policía Local, 061 y la Guardia Civil también participaron en todo el operativo.
Este madrugada, sobre la 1.20, el fuego se reavivó, con gran llamarada en algunos puntos, con lo que tuvieron que intervenir de nuevo los bomberos. Existía cierto riesgo de que el fuego pasase a un edificio anexo, pero por fortuna no fue así. Esta mañana, el GES refrescó toda la zona.

El alcalde, Francisco Charlín, explicó que la mayor parte de los desalojados buscaron acomodo con amigos y familiares, y el Concello se encargó de dar habitación y comida a diez personas. Dentro de la gravedad, el regidor destaca que, por suerte, no ha habido daños personales.

En los primeros momentos de ayer sábado, la situación se fue complicando debido a la virulencia del fuego. Unas llamas que eran reavivadas, una y otra vez, por la corriente de aire procedente del patio interior comunitario, que ejerció de improvisada chimenea. Los equipos de extinción se veían incapaces de atacar el fuego, que fue pasando de un piso a otro hasta afectar a la totalidad del edificio. Las llamas dañaron primero los segundos y, posteriormente, los terceros. Para aquel entonces los equipos de emergencias ya habían desalojado el inmueble y el edificio anexo, habían cortado el tráfico en la zona y evacuado a dos personas, entre ellas, un joven del primer piso en el que se originó el fuego. Ambas fueron derivadas en ambulancia a un centro hospitalario por inhalación de humo.

El tiempo transcurría y el fuego iba cobrando vida gracias al oxígeno procedente del patio interior, que alimentaba las llamas una y otra vez. Hubo que aumentar las dotaciones con la presencia de los bomberos del parque de Santa Comba. El fuego alcanzó en el interior del edificio temperaturas extremadamente elevadas, lo que lo hacía incontrolable y era muy difícil de atacar. Después de tres horas de trabajo, los equipos de emergencias empezaron a controlar las llamas. Una vez extinguido procedieron con las arduas tareas de refrigeración ante el temor de que el fuego se reavivase como consecuencia de las elevadas temperaturas. En la calle, mientras, había muchos vecinos expectantes siguiendo las labores. En el 112 se registraron numerosas llamadas de alerta de vecinos de la zona, ante la gran humareda visible desde Laxe, Cabana, Ponteceso o Fornelos (Zas).