«Representaba a Galicia, pero no corazón tiña Cerqueda, son moi da miña terra»

Patricia Blanco
Patricia Blanco CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

Todavía en Glasgow, Escocia, la malpicana Icía Varela relata sus sensaciones tras la intervención en el festival Celtic Connections

27 ene 2024 . Actualizado a las 22:45 h.

A las once de la mañana hora española, a las diez en Glasgow, Escocia, Icía Varela descolgaba allí este viernes su teléfono después de una noche «longa en celebracións». Actuó el jueves en el Royal Concert Hall, representando a Galicia en el festival Celtic Connections, subida al mismo escenario que una veintena de artistas internacionales procedentes de otras naciones celtas. Todavía no tiene palabras suficientes para describir la magia que sintió con los músicos de la banda Celtic Odyssée, ni le llegan tampoco para agradecer a «todos os que fixeron posible que eu estivese aquí». Compartiendo cartel con Xabier Díaz o con Carlos Núñez en el mayor festival de Escocia, el más grande de músicas celtas: «Representaba a Galicia, pero no meu corazón tiña Cerqueda, son moi da miña terra», confesó para Radio Voz. «Levanteime esta mañá e pregunteime se o vivira ou non», ríe.

Sí lo hizo, con puntualidad inglesa, ante un auditorio repleto y entregado y en un «espacio único» de una ciudad «tamén preciosa». Sintió la representación como «todo un orgullo» y, más aún, «responsabilidade». Llegó a Glasgow «cun trancazo», pero dispuesta a dar lo mejor de sí con Camiño de Cerqueda, una pieza recogida precisamente en su parroquia, Cerqueda, en Malpica, a Dolores de Martiño. «Tiña unha voz moi especial e unha maneira de cantar moi da nosa zona», recuerda. El título de la pieza fue cosa de las nuevas tecnologías: así documentó su móvil la grabación y así le quedó, porque le pareció «perfecto». «Espero que a xente da miña terra estea orgullosa do traballo que fixen, e vexan que polo mundo a nosa cultura é moi apreciada, moito», apunta. Todavía se le ponen los pelos de punta al recordar los aplausos a su pandereta, a la que los músicos dejaron todo el protagonismo durante la actuación. Voz y ese instrumento, no hace falta casi nada más: es la Galicia misma. «Sen a miña pandeireta non son nada, nacín da barriga dunha pandeireteira», ríe.

Encantada está Icía con el ambiente de un festival que seguirá hasta el 4 de febrero, pero del que ella ya tendrá que volverse este sábado. Lo hará con la emoción, también, de haber dedicado un momento único de su vida a María Xosé Fernández, Maripepa, profesora de baile de Raigañas durante años y fallecida el domingo: «Sempre me animou a seguir na música». Con su grupo tiene novedades en el horizonte: en cosa de mes y pico, disco.