Justicia para que los lograron un hito en la navegación internacional

Xosé Ameixeiras
x. ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

MUXÍA

Muxía acogió un acto en recuerdo a los que consiguieron «converter unha utopía nunha realidade»

15 dic 2019 . Actualizado a las 13:52 h.

En Muxía, «o quilómetro cero da loita polo Dispositivo de Separación de Tráfico Marítimo», hubo mucha emoción ayer en el homenaje a los que, según el alcalde, Iago Toba, «converteron unha utopía na realidade dunha autovía invisible», hace ya 25 años. La Asociación de Titulados Náutico Pesquera (Aetinape), el Concello local y las cofradías de Fisterra y Muxía celebraron un acto «de xustiza e lembranza» que llenó el Salón do Voluntariado de gentes del mar por alcanzar un hito en la navegación internacional.

José Manuel Muñiz, presidente de Aetinape, dijo que el dispositivo, «este salvavidas, esta autoestrada invisible, foi un claro exemplo de como a unión entre as persoas e a constancia nos obxectivos deron lugar a unha vitoria», en una «costa brava, épica e de profunda raigame mariñeira». El 13 de mayo de 1991 se juntaron los pósitos de Muxía, Fisterra, los patrones de pesca de litoral y Aetinape para que los buques mercantes se alejasen de la costa y dejasen de abordar pesqueros y provocar los centenares de muertes que se estaban produciendo en un clima de gran «violencia marítima» y «anarquía na navegación. Era unha batalla xusta para salvar vidas humanas», afirmó Muñiz.

El actual regidor, Iago Toba, que tenía entonces cuatro años, se congratuló de que surgiese entonces un grupo de «xente nobre e con personalidade» para romper con aquella «ruina de ilusións» y de futuro y acabar con las desgracias y conseguir evitar sufrimientos. Agradeció el acto de ayer porque tiene una parte didáctica, de que los grandes logros no cayeron del cielo sino que son fruto de una lucha.

Manuel Capeáns responsable del Centro de Control del Tráfico Marítimo del Monte Enxa (Porto do Son), recordó que aquel dispositivo de 1994 incluso hubo de ser ampliado en el 2004, tras el naufragio del Prestige. Frente a la Costa da Morte pasan actualmente, como luego ratificaría también el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, 36.345 buques cada año, unos 100 cada día, y cada vez más grandes. Y 12.714, casi un tercio, llevan mercancías peligrosas. Cada año hay 400 incidentes o accidentes que siguen en todo momento tres controladores, además de helicópteros, remolcadores y otros medios.

Losada apuntó que en aquellos años fueron creados la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo y el centro del monte Enxa. Manifestó, asimismo, que la capacidad de respuesta del Gobierno es la adecuada, como lo demuestra la gestión del caso reciente del Blue Star.

Reconocimiento especial para Manuel Panadero, «anxo da garda» de las cofradías

Fueron recordados personajes como los ex patrones mayores de Fisterra Manuel Buján y Juan Domínguez, ya fallecidos. Sus familiares recogieron un diploma y una placa de homenaje, así como el expresidente del pósito de Muxía Carlos Barrientos, todos artífices de aquella lucha, junto con José Manuel Muñiz. Barrientos afirmó que por sus venas «corre auga do mar» y acabó pidiendo un helicóptero para Fisterra. Por otro lado, Muñiz quiso destacar al «anxo da garda» que abrió la puerta al dispositivo tras muchas negativas: Manuel Panadero, ex secretario general de Transportes con Miguel Borrell de ministro. «El foi quen de entender, á primeira, o valor da vida no mar», dijo.

Panadero, que se emocionó en el acto y que también recogió los reconocimientos de cofradías y Concello, expuso que la autovía invisible de la Costa da Morte es una de sus «mayores satisfacciones» y que el «tiempo dedicado y sus esfuerzos» dieron resultado. Lamentó que la medida haya llegado tarde para salvar otras muchas vidas y añadió que fue necesario el concurso de mucha otra gente que empujó para lograrla, incluso con gestiones ante la Organización Marítima Internacional. «Le podré explicar a mis hijos que el tiempo que no les dediqué a ellos fue por estos motivos», acabó diciendo.

Hubo reconocimientos para varios patrones e incluso para periodistas, y hablaron muchos de ellos y, en general, con emoción.