Más de 9.000 personas se acercaron al museo pontecesán en el último ejercicio
12 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.«No sabemos si este 2018 será el techo máximo alcanzado después de cinco años consecutivos batiendo marcas, pero sí estamos seguros de que, con la progresión llevada hasta el momento, el Melga promete un futuro esperanzador, ilusionante y halagüeño». Las palabras de Ricardo Pérez y Verdes, gerente del Museo Etnolúdico de Galicia, situado en Ponteceso y único de este tipo en Galicia y en el mundo, sirven para hacer balance de un año que ha dejado muy buenas cifras en la instalación. Está convencido de que, además del buen hacer, tiene mucho que ver el reconocimiento explícito brindado al museo desde el Concello de Ponteceso.
Ofrece, por ello, palabras de agradecimiento para el consistorio, así como para la Diputación, «ya que después de cinco años de trabajo intenso de este ilusionante proyecto, por fin parece ser que hemos sido merecedores de una pequeña subvención con carácter retroactivo (2017) para que, con la misma, podamos llevar a cabo muchas de las actividades que la Fundación Pérez y Verdes y el Melga tienen programadas durante el año».
El Museo Etnolúdico cerró el 2018 nada menos que con 9.128 visitantes, 338 más que el ejercicio precedente. Las cuatro provincias gallegas (A Coruña a la cabeza), Madrid, Cataluña, Asturias, Andalucía, País Vasco, Castilla y León, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Dinamarca, México y Portugal son algunos de los lugares de origen de quienes se acercaron hasta Ponteceso.
Más de cien grupos
Por primera vez, en el 2018, se superaron los cien grupos que realizaron la visita guiada (104, exactamente). Corresponden, en su mayoría, a centros escolares, pero también a asociaciones, campus urbanos, entidades de mayores... Pérez y Verdes incide en que, nuevamente, han sido muy solicitados los recorridos con guía para grupos de muy corta edad (de 3 a 5 años), lo que da cuenta de las distintas edades para las que puede resultar atractiva la instalación. Hasta ella llegaron, por otra parte, casi 1.000 personas de forma particular y familiar.
No deja atrás la representación de la Fundación y el Melga en otras latitudes, como A Guarda, Verona, Madrid, Aranda de Duero, Santander, Bruselas... Dentro de Galicia, desde Santiago a Cabana, A Coruña, Narón, Sada, Pontedeume, Arteixo, A Laracha, Cambre, Cerceda o Ponteceso. Actividades monográficas y festivales estacionales han sido verdaderas estrellas.