La falta de información limita el uso de las líneas de bus en la zona

Cristina Viu, Carolina Núñez CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

astrid Pérez

Los usuarios también se quejan de que los horarios no responden a las necesidades

18 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La mayor parte de las paradas no están señalizadas, es difícil acceder a los horarios y los cambios se suelen producir sin advertencia previa. Estos son los principales problemas del servicio de transporte de viajeros carretera que en la Costa da Morte realiza fundamentalmente Autos Vázquez. Muchos viajeros narran esperas incluso de varias horas por un autobús que no llegó a haber. En ocasiones es porque la empresa ha realizado cambios sin avisar, lo que ha ocurrido varias veces este año o porque ese bus no existía.

La falta de información es una de las principales quejas de los usuarios. Según la página web de Autos Vázquez, desde Carballo solo hay un autobús diario a Razo, a las 13.30 horas, y ninguno de regreso. Sin embargo, en la estación informan de que sale uno de As Labradas a las 14.45 horas. De Razo sale uno a las 19.00 horas, pero también especifican que «se chove non van, porque son do servizo de praias». Esta falta de precisión hace que a los viajeros les cueste confiar en el servicio, porque no está claro quién ni cuándo se toma la decisión de que haya o no bus a la playa o ni lo copiosas que han de ser las precipitaciones para anular el servicio.

Otro de los problemas tiene que ver con la comprensión. El cuadro de horarios de la Costa da Morte resulta prácticamente indescifrable. Es extensísimo, con muchas variantes e imposible de memorizar.

También hay quejas porque la mayor parte de las paradas no están señalizadas y no hay ninguna información en ellas. Los usuarios habituales las tienen controladas, pero los forasteros o los que no utilizan habitualmente el servicio tienen muchas dificultades para encontrarlas, sobre todo porque algunas se saltan. Ocurre habitualmente, según denuncian los usuarios, con la que está en Cabovilaño, frente a una urbanización.

Al margen de la mala calidad del servicio, la falta de usuarios es ostensible. Desde la estación explican que hay autobuses que van a Muros solo con tres pasajeros. La empresa ha empezado a utilizar vehículos más pequeños para cubrir algunas líneas, incluso las más largas, aunque lo normal es que pusieran uno de más de 50 plazas, porque en un recorrido tan largo puede subirse mucha gente. Sin embargo es raro que ocurra. Hace unos días una joven esperó más de dos horas en Vimianzo por un autobús que debía llevarla a Santiago.

Sin embargo, el caso más grave se produjo hace 10 meses, cuando la empresa suprimió líneas o cambió algunas por toda la zona. Fue en septiembre y en octubre realizó un nuevo cambio sin avisar. Mucha gente quedó en tierra entonces, pero los problemas y las quejas comenzaron en el 2007, cuando la empresa se hizo cargo de buena parte de la zona que Arriva heredó de Finisterre.