La ciudad encantada de más de 300 millones de años

Xosé Ameixeiras
X. ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

X. AMEIXEIRAS

Vidal Romaní dirigió una visita por los Penedos de Pasarela

08 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La ciudad encantada de la Costa da Morte no solo es un bello lugar de piedras antropomórficas y zoomórficas que constituyen un museo al aire libre. Los Penedos de Pasarela y de Traba son también, junto con el área de O Pindo y otros macizos graníticos de la comarca, las primeras rocas que se formaron en Galicia, «aunque no las más antiguas, pues las pizarras de O Courel y las peridotitas de Cabo Ortegal se formaron antes en zonas muy alejadas de la Galicia actual», en otros continentes, explica el catedrático de geología y profesor emérito de la UCD, José Ramón Vidal Romaní.

El pasado sábado, Vidal Romaní guió una ruta por el conjunto pétreo vimiancés y explicó que los Penedos se formaron hace más de 350 millones de años tras producirse el choque de las placas Gondwana y Laurasia. El hundimiento de Gondwana bajo Laurasia produjo la fusión de esta placa y se desarrolló entonces un proceso de vulcanismo, dijo el maestro, quien también apuntó que todos los granitos circunscritos de Galicia (Traba, Monte Castelo, O Pindo y Pando, entre otros) fueron las cámaras magmáticas que alimentaron durante millones de años a volcanes que cuando dejaron de estar activos, y el magma se enfrió, dieron lugar a las rocas actuales en estos espacios hace unos 295 millones de años, comentó Romaní. Luego la «erosión desmanteló los grandes conos volcánicos», hasta que hace unos 100 millones de años, los granitos que estaban a más de 20 kilómetros de profundidad quedaron expuestos en la superficie.

Las actuales formas que causan la admiración de quienes allí van se han desarrollado por la combinación de diaclasas y fracturas formadas a unos 20 o 22 kilómetros de profundidad. El área comprendida entre Vilán y Pasarela, llamado el macizo de Traba es parte de un conjunto generado al mismo tiempo y en las mismas condiciones. «Lo que vemos es lo que cristalizó a 20 o 22 kilómetros de profundidad», explicó el profesor.

El recorrido del sábado fue dirigido por Vidal Romaní, vicepresidente de la asociación que gestiona el reconocimiento de Xeoparque da Costa da Morte, a instancias de la peña barcelonista Irmandiña de Vimianzo. Más de una veintena de personas iniciaron el recorrido al pie de la Pedra da Barca, donde se llevó a cabo la extracción ilegal de roca antes de que el conjunto fuese declarado Paisaxe Protexida. Al pie de A Cachucha fue donde Romaní dio algunas de las explicaciones, que fue ampliando ante cada una de las figuras de parada: A Pouta, A Aguia, O Fígado y O Cantor, entre otras, en un primer tramo, y luego A Dama da Costa da Morte, O Oso, A Pena Forcada, A Eira, o A Tartaruga, entre otras muchas más. «Son las primeras rocas que se formaron en Galicia», recalca el geólogo. «El hecho de que todo este macizo granítico se encuentre al borde del mar le da mucha más espectacularidad», señala. Apunta que es un fenómeno similar al que ocurre en la Bretaña francesa, «aunque Traba es mucho más espectacular», apunta.

Recientemente, el Concello de Vimianzo desbrozó un camino que lleva desde Pasarela hasta las principales figuras de Os Penedos. El recorrido en esta ocasión comenzó pasadas las diez de la mañana y terminó a las dos de la tarde. En la acrópolis vimiancesa, los seguidores de Romaní y la entidad que promueve el Xeoparque se encontraron con varios grupos de excursionistas, la mayoría extranjeros, que estaban hacían la misma ruta.