Todos pendientes del Lugo

Pedro J. Barreiros REDACCIÓN

CDLUGO

12 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

La última jornada en el fútbol gallego dispara las matemáticas. Las calculadoras del euro encuentran en estas fechas una nueva razón de ser gracias a las cuentas de los equipos implicados en los ansiados ascensos y los temidos descensos. Todo por un puñado de puntos. Las cábalas comienzan en Segunda División. El alivio va por barrios y mientras el Compostela disfruta de una bonanza deportiva por la que pocos apostaban, sus vecinos de Ferrol amenazan con fracasar en su tercera temporada consecutiva en la categoría. Las cuentas de su entrenador, Luis César, sitúan la permanencia en los 48 puntos, un objetivo al alcance del Racing, obligado a ganar cuatro (por ejemplo, los que debe jugar en su campo) y empatar otro de los siete partidos que les quedan. En cambio, sólo cuatro puntos separan al cuadro de Luis Ángel Duque de esta misma meta. El preparador madrileño considera que sendos triunfos en sus dos próximos partidos en el Multiusos de San Lázaro (ante rivales directos por la salvación: el Leganés y el Córdoba) evitarían cualquier sorpresa posterior. El Compos tiene todas las bazas en su mano. Al igual que el Pontevedra. Su promoción a la categoría de plata pasa por ganar al Ávila, descendido hace varias jornadas, en Pasarón. El emparejamiento entre dos de sus rivales por una de las cuatro primeras plazas (la Cultural y el Lanzarote) le abrirá las puertas de la liguilla. Pero la madre de todas las cuentas para las divisiones más modestas del fútbol gallego se resuelve en el Ángel Carro. Los locales se juegan su permanencia en Segunda B y la suerte de muchos equipos modestos de Tercera y las categorías regionales, que descenderían arrastrados por la caída de los rojiblancos. Para que esto no suceda, el Lugo tiene que ganar al filial del Madrid y esperar la derrota, o el empate, del Corralejo (que visita al Celta B) y del Marino (emparejado con un candidato al ascenso, el Zamora). De este modo, disputaría una eliminatoria frente al cuarto peor clasificado del grupo segundo, el Gernika, posiblemente. Pero es que si, además de las derrotas del Corralejo y del Marino, también pierde el Langreo, el Lugo hasta podría celebrar su permanencia sin sufrir más. Pendientes del choque entre lucenses y madrileños estarán hasta siete equipos de Tercera, de los que, en el peor de los casos, caerían cuatro a Preferente. El Portonovo, el Arousa y el Negreira parten con ventaja, pues un empate les permitiría firmar una salvación que al Vilalbés -que juega, precisamente, en Portonovo-, al Bergantiños y al Alondras les costará tres puntos. A los tres no les serviría otro resultado, sobre todo a los equipos de Carballo y de Cangas, grandes perjudicados si se diera una gran igualada final a puntos. Las cuentas pintan mucho peor para el Viveiro, obligado a ganar y a confiar en la derrota de dos de estos tres -el Vilalbés, el Bergantiños o el Alondras- para salvarse. Negros nubarrones se asoman a la Preferente. Sobre todo en la del Norte. Con el Narón ya en Tercera, el Boiro y el Laracha pugnan por la segunda plaza, que da acceso a la eliminatoria de ascenso con el subcampeón de grupo Sur, el Coruxo. Pero el guirigay se forma en las diez últimas plazas. Hasta el Ribeira, que marca el ecuador de la tabla, precisaría un punto más para alejar los fantasmas de una posible avalancha de descensos de equipos de A Coruña y Lugo. Los ocupantes de las cinco últimas plazas son ya carne de Primera Regional: el Milagrosa, el San Lázaro y el Noia (como tres últimos clasificados), el Pontenova (tras el descenso del Lemos) y, con toda seguridad, el Paiosaco, pues cuatro de los siete equipos implicados en la zona de peligro de Tercera son norteños. Más tranquila se presenta la Preferente Sur. El Porriño y el Coruxo llegan a la última jornada con los deberes hechos, y su primer y segundo puesto asegurados. Por el fondo de la tabla, el Poio y el Cortegada ocuparán dos de las tres plazas de descenso directo, mientras que el Estradense (obligado a ganar para evitar una caída que parecía segura hasta la pasada jornada), el Marín, el Carballiño y el Caselas (a los que bastaría el empate) dilucidarán el último descendido.