Una dudosa actuación judicial que le sirvió para que el Supremo le rebajase la pena de 28 a 5 años

La Voz

CDLUGO

28 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Pandora sabía demasiadas cosas de la noche lucense. No era muy discreta y varias veces contó, quizás para advertir de que sabía cosas comprometidas, que por sus prostíbulos pasaron desde jugadores del Club Deportivo Lugo hasta conocidos personalidades de la ciudad.

Quien descubrió toda la oscura trama en torno a Pandora y sus negocios fue el inspector de policía Antonio Nieto Lamas que, con su equipo, entró en los burdeles y comprobó lo que estaba sucediendo. Todo el sobresaliente trabajo policial estuvo a punto de irse al garete porque el expediente pasó más de cinco años perdido en algún cajón. La justicia lucense, en una dudosa actuación, no quiso mover el asunto hasta que llegó a la capital el fiscal Jesús García Calderón (hoy fiscal jefe de Andalucía), desempolvó el asunto y consiguió llevar a Pandora al banquillo. Llegó a pedir que le impusieran 114 años de cárcel que rebajó a 84 al acabar el juicio. Finalmente fue condenada por la Audiencia a 28 años.

Pandora se movió. Buscó abogado en Madrid y recurrió al Supremo. El alto tribunal acabó dejándole la condena en cinco años alegando, entre otras cuestiones, una «indebida dilación en la tramitación de la causa en fase instructora».

Pandora llegó a ser absuelta en dos ocasiones previas al macrojuicio por los jueces lucenses. La justicia no veía nada anormal, pero en sus locales algunas mujeres eran explotadas.