Pablo Sánchez había tenido minutos en los dos primeros partidos de la temporada del Lugo. Sin embargo, hasta el de anteayer contra el Jaén, Quique Setién no lo situó en la titularidad. Respondió con un gol, participación y movilidad, convertido en un comodín para el ataque, tanto desde la banda izquierda, donde comenzó, como la derecha, donde terminó. «En cualquiera de las tres posiciones de la media punta me siento a gusto», asevera.
El gaditano sacó a relucir su calidad con el cuero en los pies, muy del gusto del entrenador. Y siguió sus instrucciones a rajatabla. «El míster nos dijo qué hacer. Tener la posesión, ser agresivos, entrar por banda», explica. Se aprendió la lección al pie de la letra y la soltó de carrerilla ante los defensas jienenses. Parte importante, junto a Rennella, de la desbordante producción ofensiva del equipo en los 45 minutos iniciales. Con ellos se queda: «Con el primer tiempo tan bueno y los tres puntos. Era importante para ganar en confianza y no meterse abajo en la clasificación».
Capacidad para generar
Destaca Sánchez la capacidad creativa del equipo, traducida en oportunidades para marcar, y en un río de goles que pudo medrar a océano. «Tuvimos muchas ocasiones de gol. Generamos mucho. Es bueno que los de arriba los consigan. Nos va a hacer crecer individualmente y como equipo», repasa.
Eso sí, en la segunda parte bajaron el caudal: «Era importante el balón, que el rival no creara ocasiones, y aun así, nosotros las tuvimos para ampliar la renta».
Ante el Zaragoza
El Lugo se estrenará en otro estadio mítico del fútbol español este sábado, en La Romareda contra el Zaragoza. Pero la historia no asusta a Pablo: «Nos vamos a encontrar un rival bastante potente. Con la humildad que nos caracteriza, podemos conseguir allí cualquier cosa».