El Lugo ha encajado la mayor parte de los goles tras el descanso
17 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.En este inicio de temporada, el Lugo ha mostrado dos caras. Una avasalladora en las primeras partes y otra más floja en las segundas. Una diferenciación que se ha ido acentuando en las últimas jornadas, hasta el punto de costarle un triunfo que parecía en su mano con el rendimiento en los 45 minutos iniciales ante el Girona. Ante sí tiene el reto de extender el rango de acción a las mangas definitivas de los partidos.
Goles
Cuatro de los seis recibidos, tras el descanso. El Lugo perdió en Barcelona su primer partido de la temporada. El filial azulgrana se adelantó en la primera parte, y el Lugo empató. En la segunda, con los rojiblancos dominando, los catalanes marcaron en el minuto 84 el gol de la victoria. En la tercera jornada, el Jaén visitó el Ángel Carro. Los de Setién cerraron una primera parte primorosa con un 4-1, y el duelo cerrado. Sin embargo, el bajón en la segunda dio alas a los andaluces, que quisieron inquietar con el 4-2 en el 79. El caso paradigmático se dio el pasado sábado, con la visita del Girona. Tras unos 45 minutos de dominio local casi absoluto, los visitantes se rehicieron y con dos tantos, en el 56 y el 85, dieron al traste con las ilusiones de la afición, que durante el intermedio se veía líder momentánea de la Segunda División.
Diversificación
De factura heterogénea. Uno de falta directa, otro de penalti, a la contra y de jugada individual. No se puede decir que el Lugo se encuentre con un problema ante goles encajados de una factura muy determinada. Sí ha tenido algunas lagunas de coordinación y de entendimiento atrás que han resultado demasiado caras.
Bajón
Un paso para atrás. Le pasó ante el Jaén, contra el Zaragoza, y hasta frente al Girona. El Lugo llegó al ecuador de esos partidos mostrando un fútbol capaz de desarbolar a cualquier adversario. Pero tras sobrepasar el descanso, dan un paso para atrás. Algo de lo que no son ajenos los propios futbolistas. «En las segundas partes, no sé si porque vamos ganando, o porque los rivales nos aprietan, nos vamos un poco para atrás», reconocía la semana pasada el central Lolo Pavón. Claro que mantener el máximo nivel, ante rivales casi todos superiores en presupuesto, no siempre es alcanzable.