De blanquiazules a rojiblancos

M. Pichel LUGO / LA VOZ

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OSCAR CELA

Tito Ramallo analiza a los cuatro exdeportivistas en el Lugo

27 nov 2013 . Actualizado a las 20:15 h.

El partido del sábado en Riazor, el derbi entre Lugo y Deportivo, tendrá un sabor especial para cuatro integrantes de la plantilla lucense. Dani Mallo, Carlos Pita, Iván Pérez y Pablo Álvarez cambiaron su pasado en blanquiazul por la elástica rojiblanca que defienden ahora. Tito Ramallo, quien los conoce bien, e incluso entrenó a los tres primeros en el Fabril, los analiza.

Dani Mallo

El más veterano. El portero Dani Mallo (1979), es el más veterano de los cuatro, y el que tuvo que dejar antes la estructura deportivista. «Coincidí con él el año que peleamos por ascender a Segunda, en un Fabril que entrenaba Carlos Ballesta. Siempre me quedaré con la imagen del partido de Córdoba. Ya entonces era un guardameta de grandes cualidades, y muy profesional. No tuvo una salida fácil del Dépor. Se fue a Portugal, y allí incluso arrancó a pulso la titularidad. Como Iván y Carlos, se ganó con tesón el respeto que tiene. Ahora es un portero consolidado», apunta Ramallo.

Iván Pérez

El más joven. El santiagués (1985), es el más joven de los cuatro. Y consiguió el contrato con el Lugo después de pasarse media temporada trabajando con el equipo, el curso anterior. Dice de él Ramallo: «Yo siempre contemplo el fútbol con un mediapunta. Tenía en el Fabril a Iago Iglesias, y al año siguiente subió él. Es descarado, con mucho talento. Tiene una zurda muy buena, y aporta en la estrategia. Vive por y para el fútbol, siempre creyó en sí mismo, y tiene el empuje de la constancia, que le permitió llegar al equipo lucense, porque se jugó una baza muy arriesgada cuando decidió irse allí a entrenar, y contó con el apoyo de Carlos Mouriz y Quique Setién. Es un futbolista al que hay que cuidar muy bien, y allí lo está».

Carlos Pita

El cerebro. Coruñés de nacimiento (1984), quedará en la historia del Lugo para siempre como uno de los héroes del ascenso. El fútbol del equipo y él han crecido en una simbiosis perfecta que Ramallo define con precisión: «Sin desmerecer a ninguno de sus compañeros, que están a un grandísimo nivel, pero el Lugo respira cuando Pita respira». Para el técnico, «recaló en un club que está hecho a su medida. Se encuentra en su mejor nivel competitivo». Destaca que conforma una pareja perfecta con Seoane, lo que le da pie a decir: «Es un orgullo que con Álex Bergantiños y Juan Domínguez, por un lado, y Pita y Seoane por el otro, el corazón del derbi del sábado sea cien por cien gallego».

Pablo Álvarez

El más reciente. De los cuatro, el asturiano Pablo (1980) es el que más reciente tiene su paso por el Deportivo. Salió de allí hace dos temporadas para regresar al Lugo. Es el único que no tiene pasado fabrilista; sí lucense y sportinguista. «Cuando llegó al Dépor había una plantilla con un estatus alto, y le costó encontrar continuidad. En el Lugo, un equipo recién ascendido, recuperó las sensaciones de ser un jugador importante que tenía en el Sporting. Cuando esté al cien por cien, será muy importante, como el año pasado», aprecia Ramallo.