Animado por su primera victoria del curso a domicilio, recibe a un rival lanzado hacia Primera y que ha perdido solo uno de sus últimos 14 partidos
20 nov 2021 . Actualizado a las 20:31 h.Enlazar otra victoria frente un rival lanzado hacia Primera División y que desde la tercera jornada hasta hace bien poco parecía invencible. Es el nuevo reto en el horizonte de un Lugo que persiste en su afán por perder de vista los puestos de descenso y hacerse definitivamente con un hueco en la zona de confort. La victoria ante el Amorebieta fue la primera de la temporada en campo contrario y es de suponer que ha supuesto un chute de ilusión y moral para los pupilos de Rubén Albés de cara al duelo de este domingo con el Eibar (16.00 horas. Ángel Carro), que cuenta con un ejército de futbolistas «construido a la carta», en opinión del técnico local, reforzado recientemente con el campeón del mundo Fernando Llorente y con un puñado de jugadores con pasado en el club albivermello: los porteros Yoel Rodríguez (2012/2013) y Cantero (2019-2021), Federico Venancio (2020/2021). Fran Sol (2012/2013) y Rahmani (2019/2020).
Venancio, baja por lesión
De los ex lucencistas, Venancio, lesionado, es el único que no aparece en la convocatoria del equipo armero, que recupera para este encuentro a Javi Muñoz, una pieza importante en el engranaje ya que es el jugador que más minutos ha disputado en esta temporada, hasta que tuvo que parar obligatoriamente frente al Alcorcón. También, después de muchos meses, vuelven a entrar en la lista Arbilla y Fran Sol, que ya han entrenado con el grupo aunque su participación en el duelo es improbable.
El Eibar marcha segundo en la clasificación y el paso del tiempo lo confirma como uno de los candidatos al ascenso más sólidos. Inició el campeonato con sendas derrotas en las dos primeras jornadas —ante el Huesca (2-0) y la Ponferradina (0-1)— y desde entonces solo ha perdido (2-0) en Pucela frente al Real Valladolid, el actual líder.
Posible regreso de Whalley
Mientras tanto, la actualidad del Lugo está condicionada por los problemas físicos que arrastran varios futbolistas. El concurso de Gerard Valentín es incierto, según confesó Albés, al igual que el de Hugo Rama, y todas las sospechas apuntan a que los albivermellos iniciará el choque con los mismos once hombres que en Lezama ante el Amorebieta. En las últimas horas ha cobrado fuerza la posibilidad de que el guardameta Óscar Whalley reaparezca después de casi dos meses lesionado en una mano y en ese caso vería amenazada su titularidad el joven Fran Vieites. Como en cada partido en el Ángel Carro, habrá que esperar hasta los instantes previos para conocer la convocatoria de Rubén Albés.
Solo dos goles armeros en seis visitas al Ángel Carro
El histórico de enfrentamientos entre los dos equipos refleja un dato esperanzador para el Lugo y preocupante para los hombres de Gaizka Garitano. En las seis ocasiones en las que el cuadro armero compitió en el Ángel Carro solo pudo conseguir una victoria y hacer dos goles. Y ambas cosas las logró en su primera visita, el 31 de mayo de 1987, cuando los dos equipos compartían grupo en Segunda División B.
En aquella lejana victoria del Eibar por 1-2, los goles de Egaña y Fuentes tumbaron a un Lugo dirigido por José Ramón Segura y con leyendas como Domínguez, Alvite y Edrosa. Desde entonces no ha vuelto a producirse ninguna victoria ni ningún tanto del cuadro vasco en el templo albivermello. Al curso siguiente, 0-0 a orillas del Miño
No volverían a coincidir hasta la temporada 1992/1993, en Segunda División, y el duelo del Ángel Carro acabaría con empate sin goles con Rodríguez Vaz ocupando el banquillo local.
La cuarta visita del Eibar a Lugo tuvo lugar en el 2009, de nuevo en Segunda B, y los locales firmaron una victoria inapelable (3-0) con goles de Arroyo, Losada y Tornero.
El siguiente reencuentro en el Ángel Carro fue valedero para la promoción de ascenso y el Lugo se impuso con un solitario tanto de Belencoso que defendió con uñas y dientes en Ipurúa.
El último Lugo-Eibar se remonta a la temporada 2013/2014 en la categoría de plata y, como dos anteriores, terminó con un empate sin goles.