El lujo del tiempo

Miguel García
Miguel García LUGO / LA VOZ

CDLUGO

Javi Colmenero

26 mar 2022 . Actualizado a las 19:46 h.

stamos instalados en la situación perfecta. Lejos de apreturas pretéritas, dificultades remotas, y sin ningún afán por volver a repetir finales de temporada con el corazón en un puño. Nos encontramos como las personas de bien, sobreviviendo sin escaseces, planificando el futuro, todo un lujo, por cierto. Con la mirada en la renovación del entrenador, otro lujo más, y fichando jugadores con la firme intención de ver su competencia en partidos de verdad y comprobar las opciones de renovarlos, añadimos otro lujo y ya van muchos.

Los despachos pueden adelantar trabajo porque el césped le da la oportunidad. Los dos son partes básicas de un club de fútbol. Fundamental su entendimiento, su armonía. También la discrepancia, porque sin ella el avance no existiría. Incluso la competencia, porque sin ella, ningún club progresaría. La rivalidad despacho-césped es básica. Los hace crecer. El balón compromete a la dirección deportiva para que esta no descanse y busque alternativas de mejora. El sillón trabaja sin desmayo en labores administrativas para que no haya excusas deportivas. En esas estamos. Los dos tienen que tirar uno del otro.

Perdió el Lugo y es noticia. Convertir en novedad una derrota está al alcance de muy pocos. Lo que dice mucho en su favor. Se enfrentaban los dos equipos que menos derrotas tienen en su haber. Si consideramos que el oponente es el líder, hay poco que decir. Compitió como siempre, derrochando energía, compromiso y determinación. Sucumbió en un campo grande, porque grande es Ipurúa y todo lo que engloba ese envidiable club. No toca puntuar esta semana, pero lo relevante es que ante un equipo que toca con la punta de los dedos el retorno a primera, le hizo estar incómodo en varias fases del partido y acabó el encuentro pidiendo la hora.

Confianza y optimismo. Confianza porque este equipo no baja la guardia nunca, porque se entrega siempre, porque tiene claro su objetivo. Optimismo porque quedan jornadas para seguir sumando, porque hay espacio para preparar el futuro dentro y fuera del terreno de juego. Las empresas se construyen con tiempo para planificar y organizar. Los equipos se cimentan con tiempo para ver su evolución. Este equipo lo tuvo, lo aprovechó y ahora lo disfrutamos.