No salió como se pensaba, los objetivos fijados el pasado agosto ni están ni se les espera. El fútbol no deja de ser algo parecido a la vida. Perdemos más veces que ganamos, nos caemos más veces que triunfamos, nos decepcionamos más veces que nos alegramos. Por eso celebramos tanto los triunfos, las
hazañas personales, las heroicidades profesionales. Probablemente no ayude mucho la impaciencia desbordante que nos acompaña en nuestras vidas. La necesidad de lo inmediato, de lo rápido. Cualquier proyecto que vaya a más de un año nos parece absurdo, lo queremos todo ya y todo ya, no es posible.
Con el fútbol pasa lo mismo, si somos tan impacientes con lo nuestro, aunque también más benévolos, con lo que no depende de nosotros nos desesperamos aún más. Nos prometieron un proyecto inmediato, un ascenso meteórico, una vuelta al fútbol profesional trepidante. No es que sea imposible,
pero fácil no es. En todo caso hay formas de no conseguirlo y lo que aconteció, deja heridos. Con el paso de las jornadas aumentó la diferencia de criterios con el consejo de administración y presidente. Los que
siempre estuvieron en esa trinchera, vieron incrementado el número de simpatizantes y con más vehemencia. Los indiferentes siguen a lo suyo pero con más dudas. Los que apoyan la gestión del consejo, en minoría y bajando. Ante este panorama, y ahora qué…
En el apartado deportivo, cuando se ficha a un futbolista, se toma como referencia su competencia más alta, en definitiva su 100% en lo que se refiere a su rendimiento. A partir de aquí, la condición física, el
modelo de juego, las lesiones, el aspecto mental, son componentes que pueden restar su competencia . Todo lo que sea alejarse de ese porcentaje máximo, va directamente al apartado colectivo. Si fichas a quince futbolistas y su rendimiento se queda en la mitad de su capacidad máxima, probablemente las expectativas no se vayan a cumplir y los objetivos tampoco. Por esta razón, el dinero aun siendo muy importante, no lo es todo. Equipos con menor presupuesto, logran que sus futbolistas estén cerca de
conseguir su rendimiento más alto y eso hace que logren sus objetivos e incluso que los superen.
Volver al fútbol profesional está muy bien, pero para lograrlo o estar cerca de hacerlo, se requiere unidad, acuerdo, coordinación, armonía, unanimidad. Se precisa autocrítica, se recomienda una hoja de ruta clara, transparente y duradera. El fútbol integra economía y sociedad. Genera vinculación y desarrollo. Es pasión, es ilusión, es querencia. Me gustaría un CD Lugo que se atreva a no pensar solo en el domingo y que establezca un plan que le lleve a mejorar y desarrollar valores en nuestro día a día, tales como la honestidad, la sensibilidad, la humildad, la prudencia, el respeto, la responsabilidad. Así, ganaríamos todos.