Toni Seligrat: «Sigo convencido de que el Lugo saldrá adelante porque quiere y está capacitado»

CDLUGO

LAURA LEIRAS

El entrenador albivermello considera que sumaron menos de lo que merecían desde su llegada al club

07 mar 2025 . Actualizado a las 10:16 h.

El discurso de Toni Seligrat (Torrent, Valencia, 1968) no ha perdido ni un ápice de optimismo desde que tomó el control de la plantilla del Lugo hace apenas un mes y medio. Sigue «convencidísimo» de que el equipo revertirá su irregularidad y acabará sobreviviendo. En su entrevista a La Voz, el estratega valenciano también reprueba la reacción de Erik Ruiz, el capitán, a la conclusión del partido ante el Tarazona, que le costó dos partidos de suspensión.

—Este último partido, ante el Tarazona, quizás haya sido el peor desde su llegada. ¿Qué cree?

—Sin lugar a dudas. El rival tiene una manera de jugar con la que tiende a atascar al rival y con nosotros lo consiguió. Caímos en sus redes.

—¿Es de los que entrenadores a los que partidos así les quitan el sueño?

—Por norma general duermo poco. He ido mejorando. Al principio les daba muchas vueltas a las derrotas, y lo hacía fatal porque de las victorias me olvidaba rápido, las disfrutaba muy poco, y sufría mucho las derrotas. Pero el período de reflexión y de penitencia después de cada derrota está ahí.

—¿En qué está insistiendo en esta nueva semana de trabajo?

—Trabajamos siempre nuestros conceptos, pero también un poco en base a lo que nos vamos a encontrar. No es lo mismo ir a jugar contra el Andorra, por ejemplo, que contra el Barakaldo.

¿Y qué se van a encontrar en Lasesarre?

—Un equipo muy físico y muy intenso, que por norma general tira hacia delante, con balón y sin balón. Un equipo vertical, agresivo para irse al ataque y que te aprieta en cualquier zona del campo.

—Erik Ruiz, Vaquero y Mendoza cumplirán sanción y hay cuatro jugadores lesionados. Irán en cuadro. ¿Tiene ya decidido cómo recomponer el puzle?

—Para el domingo esperamos recuperar a alguno de los lesionados, pero, evidentemente, no para disputar muchos minutos. Desde el mismo sábado, después de perder ante el Tarazona, ya estoy pensando en qué hacer.

—¿Será titular Pedro Pereira?

—Tienes muchas posibilidades, lógicamente. Ha jugado poco desde que ha llegado, porque Erik y Juan son fiables y están dando un buen rendimiento, pero está con muchas ganas y a nivel de ritmo estaría al nivel que requiera el partido.

—¿Contempla un cambio en la portería? El rendimiento de Marcos Lavín ha sufrido un bajón.

—Los entrenadores tenemos que intentar acertar en el once que empieza y en el que acaba, siempre estamos abiertos a posibles cambios, y, por supuesto, también en la portería. Si creemos que es lo mejor para el equipo, lo haremos.

—Sin ser un equipo brusco, ni mucho menos, el Lugo contabiliza 94 amarillas y 3 rojas. ¿Qué explicación le encuentra?

—Yo puedo hablar del tiempo que llevó aquí, que es poco. En estos cinco partidos hemos recibido demasiadas tarjetas para nuestro comportamiento en el campo. El Lugo no es un equipo violento. Esperemos que esto cambie. A perro flaco todos son pulgas, pero el perrito va a engordar para que las pulgas se vayan a otro lado (risas).

—¿La desconsideración de Erik Ruiz al árbitro al terminar el partido ante el Tarazona, que le costó dos partidos de sanción, se pueden considerar un acto de irresponsabilidad? Y más siendo el capitán.

—La acción no es justificable desde el punto de vista profesional. Otra cosa es a nivel personal. Entiendo que la frustración de un jugador, después de perder un partido y ver cómo se desarrolló, lo lleve a este tipo de reacciones. Yo también tenía ganas de decirle algo al árbitro, por eso me fui rápido al vestuario para no cruzarme con él. Hablando de un capitán experimentado, de un chaval educado, correcto y con modales, que haga eso es un error grave que nos dificulta más.

—El Lugo de Seligrat suma dos victorias, un empate y dos derrotas. ¿Es un buen balance?

—Si hacemos una clasificación de los cinco partidos que llevo aquí, esos siete puntos nos pondrían en la mitad alta. ¿Está bien o está mal? Depende de las exigencias. Cuando yo llego aquí, el objetivo es salir de abajo, salvar la categoría sí o sí. Para nuestros méritos, esos siete puntos creo que son pocos, pero no están mal vistos los rivales a los que nos enfrentamos

—Los problemas ofensivos vienen de lejos, pero los defensivos son nuevos.

—Nuevos relativamente. Cuando yo llegué, el equipo venía de cinco partidos con un empate y cuatro derrotas encajando siempre y marcando solo dos goles. Había un problema ofensivo y, por otro lado, aquel equipo que encajaba muy pocos goles en la primera vuelta llevaba cinco partidos consecutivos encajando. Ahora, en cinco partidos hemos marcado ocho goles, pero encajamos otros tantos y son muchos. Y no es que estemos defendiendo mal, el Lugo concede muy poco, pero los rivales están siendo muy eficaces.

—¿Sigue totalmente convencido de que el Lugo está vivo y saldrá adelante?

—Mal iríamos si no. Sigo convencidísimo de que saldremos adelante y me adelanto a tu siguiente pregunta, que sería ‘¿y por qué estás tan convencido?’ Porque veo a los jugadores en el día a día y creo que tenemos un equipo que quiere revertir la situación y está capacitado para hacerlo,

«Mucha gente me dijo que me arriesgaba viendo aquí»

Toni Seligrat dejó la secretaría técnica del Valencia cuando el Lugo llamó a su puerta.

—Pareció un paso arriesgado.

—Eso mismo me dijeron en casa y algunos amigos. Mucha gente me dijo que me arriesgaba viniendo aquí. Estaba en casa, en la estructura de un equipo de Primera División, y me voy a un equipo de Primera Federación, que está en la zona baja y que además cada año cambia una o varias veces de entrenador. Claro que puede parecer arriesgado ¿Por qué lo hice? Porque soy entrenador, tengo alma de entrenador y yo donde más disfruto es en el verde. Aquí también estoy muchas horas delante de ordenador, haciendo informes, pero donde disfruto es en el banquillo.

—¿Los antecedentes del Lugo con los entrenadores no le hicieron recapacitar?

—No, no. Estaba al tanto de cómo era el Lugo. Igual que el club preguntó cómo es Toni Seligrat, yo también me informé. Asumo el riesgo y espero hacer las cosas muy bien.

—Jugó cuatro promociones de ascenso a Segunda División y en todas se quedó a las puertas. ¿Es una espina clavada?

—(piensa) Dos con el Lleida, una con el Huracán y otra con el Alcoyano. Cuatro, así es. ¿Espina clavada? No sé por qué narices en este país tenemos una facilidad tremenda para valorar las cosas en clave negativa. Si un entrenador juega cuatro promociones de ascenso y no sube en ninguna, lo habitual es pensar: ‘pues que mal’. Por qué no se puede pensar: ‘pues que bien’, qué bien ha hecho las cosas, qué cuatro experiencias y qué ilusión ha aportado a su equipo, a su directiva y a su grada. Jugar una promoción de ascenso es la consecuencia de hacer muchas cosas bien y en ella ya dependes de numerosos factores.

—Ha ocupado una larga lista de banquillos. ¿En cuál ha sido más feliz?

—Uff, eso sí que es difícil de contestar. Lo he sido en todos. Sí te podría decir en cuál he sido menos feliz.

—Adelante.

—En el del Sabadell, sin duda alguna. Fue el único equipo en toda mi carrera en el que he sido destituido.

—Su experiencia en Grecia como segundo entrenador fue muy breve. ¿Por qué?

—Estuve unos tres meses. Fui de segundo entrenador con Juan Carlos Oliva. Nos llevó allí un español que estaba dentro del Aris Salónica y tenía una sociedad con el dueño del club, pero en la última semana de pretemporada tuvieron desavenencias, rompieron relaciones y al míster lo echaron. A mí me dicen que me quede para entrenar al filial, pero yo no quería eso y salí de allí en cuanto pude.