El balón endulza y tiene un efecto halagador. Poseerlo, ablanda, amansa, modera. Puede llegar a desproteger al que lo tiene y asociarse con él crea vínculos muy atrayentes que llegan a cautivar a los miembros que se relacionan en torno a él. Por momentos elimina la energía, la fuerza, la contundencia, características que nos marcan el deseo por hacerse con ese preciado dulce una vez que lo pierdes.
Es capital que en una propuesta donde el balón sea el protagonista, donde la posesión sea una constante en tu modelo de juego, se logre la adecuada agresividad con balón y especialmente sin él. Que su dominio no impida una progresión y velocidad adecuadas. Que el temor a perderlo no frene las opciones de pase más arriesgados que pudieran convertirse en oportunidades de finalización y gol. Si buscas asegurar pases, la cabeza solo va a percibir aquellas acciones que dan seguridad y por tanto carecen de verticalidad. No se provoca la movilidad adecuada para generar espacios y la ausencia de desmarques es más que significativa.
¿Qué ocurre cuando se pierde el balón? La transición ataque defensa implica una activación inmediata, un cambio de roles. Este es un trabajo más mental que físico. A menudo los equipos que aspiran a tener durante mucho tiempo el balón, trabajan muchas horas todo lo relativo a la fase defensiva, tanto el aspecto individual, grupal como colectivo. Genera responsabilidad y solidaridad. Ese es el antídoto idóneo para que el efecto adulador del balón provoque mayor agresividad cuando se tiene y hambre para conquistarlo más rápidamente.
No es fácil, todo lleva su tiempo. Ayer el equipo tenía necesidad de ganar y ganó, con mayor verticalidad y profundidad, con intención y energía. También momentos de ansiedad. No está obligado a llevar siempre el peso del partido, puede y debe estar preparado para defender en propio campo el tiempo necesario. Neutralizar al adversario defendiendo de forma organizada te hace sumar registros tácticos. A buen seguro que este triunfo dará confianza y certidumbre a todos los estamentos del club. A partir de ahí todo será posible.