Naturcell, un producto especial de Ence que contribuye a la descarbonización e impulsa la bioeconomía en el sector del papel.

El cambio climático es una de las grandes amenazas medioambientales a las que se enfrenta el planeta y un reto para las industrias y los gobiernos. En un contexto como el actual, marcado por una situación de crisis globalizada, adoptar una visión que ponga al medio ambiente en el centro de la toma de decisiones es clave para lograr un cambio positivo y transformador. Por su parte, Europa se ha propuesto cumplir unas metas ambiciosas sobre el clima y la biodiversidad, reduciendo la contaminación y convirtiendo los objetivos de la Agenda 2030 en uno de sus ejes de acción para impulsar la sostenibilidad.

En este contexto cobra especial valor el modelo de negocio de compañías como Ence, basado en el aprovechamiento de recursos naturales renovables para la generación de bioenergía y bioproductos, ofreciendo a la sociedad alternativas naturales y que, a la vez, son bajas en emisiones de carbono, además de promover el desarrollo del entorno rural. En sus procesos productivos, la compañía cuenta con el apoyo tanto de proveedores como de clientes concienciados con una filosofía plenamente alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. En este punto destaca la alianza de Ence con LC Paper, empresa que apuesta por ser referente mundial en sostenibilidad en la fabricación de papel y que, para lograr este objetivo, se provee de la celulosa Naturcell de Ence, uno de los productos de la línea Ence Advanced con mayor demanda en el mercado.

Esta celulosa representa un ejemplo de bioeconomía circular, de transición ecológica hacia un nuevo modelo de consumo. Es un material con grandes posibilidades de futuro, porque es una fibra natural, renovable, biodegradable y muy versátil, proveniente de una producción sostenible y medioambientalmente respetuosa.

Naturcell es una celulosa no blanqueada, desarrollada por Ence y que permite a LC Paper, entre otras cosas, elaborar todo tipo de papel tisú y papeles de packaging no blanqueados, desde papel higiénico, hasta toallas secamanos o industriales, además de la producción de bolsas, platos y envases para grandes cadenas de alimentación, hostelería y restauración, así como para los gigantes de la moda, productos de lujo y pequeño comercio,  dando un paso adelante en materia de sostenibilidad, con un menor consumo de madera, agua y energía en su proceso de fabricación y una reducción de la huella de carbono.

De este modo, Ence y LC Paper trabajan en colaboración para proporcionar productos a partir de celulosa especial y que se adaptan a las expectativas de los consumidores más exigentes. Al tratarse de una alternativa renovable y de origen natural al uso de fibras sintéticas y plásticos, tanto Ence como LC Paper comparten una visión estratégica que les lleva a una investigación continua para el desarrollo de productos competitivos y sostenibles.

La sostenibilidad es también un requisito empresarial

En la sociedad actual y en el marco de una economía sostenible, es necesaria una revisión continua de las actividades productivas. Es precisamente lo que se consigue con una gama de productos como la referida. Así, LC Paper, que busca la excelencia medioambiental en todas sus áreas de negocio, encuentra un producto de calidad y que, a la vez, cumple con sus exigentes requisitos ambientales.

Destaca entre los compromisos de ambas empresa una línea de trabajo centrada en la descarbonización. En este sentido, la empresa catalana desarrolla una guía centrada en el monitoreo de sus emisiones de carbono.

Ante todo ello, conseguir la reducción de la neutralidad de carbono es un objetivo que impulsa a LC Paper a centrarse en un modelo de negocio a partir de fuentes renovables y en una producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Por esta misma razón, LC Paper apuesta por empresas como Ence, que gestionan un modelo de negocio circular con impactos positivos para el entorno. Con su actividad, Ence contribuye a los objetivos de desarrollo sostenible establecidos en el marco de la Agenda 2030, especialmente a aquellos enfocados a la producción de energía limpia y no contaminante, a la acción por el clima y al cambio de modelo productivo.

En lo que a energía se refiere, las biofábricas de Ence en Pontevedra y Navia son un ejemplo de transición energética y destacan por llevar a cabo un aprovechamiento sostenible de la biomasa forestal como fuente de energía renovable. De esta forma, logran un ahorro real del coste energético durante sus procesos productivos, al generar el 100 % de la energía renovada que consumen, al tiempo que avanzan en el camino hacia una transición energética justa. De hecho, la sostenibilidad es un pilar fundamental para Ence, y un elemento plenamente incorporado a la visión de la actividad que la compañía desempeña en el sector de la celulosa.

Una empresa como Ence, líder en su sector en cuestiones ambientales, es aliada indispensable en una industria y un mercado centrados en garantizar la eficiencia energética de los procesos productivos, la gestión óptima de los aspectos medioambientales y la sostenibilidad de los productos finales.

A estos beneficios, se suma el poder disponer en el territorio nacional de toda la cadena de producción de celulosa de Ence, desde el monte hasta la factoría de LC Paper en Besalú, en Gerona. Asimismo, otro punto a favor en la consecución de un producto más sostenible es la menor huella ambiental asociada a la operación y el hecho de contar con un servicio logístico seguro.

En conclusión, se trata de una alianza no solo empresarial, sino también de un ejemplo de colaboración en la promoción de la bioeconomía. Un compromiso que se ve reforzado por las diferentes certificaciones internacionales de ambas compañías, desde los sellos que acreditan el aprovechamiento responsable de las masas forestales de las que proceden, a las que garantizan la eficiencia energética de los procesos, la gestión óptima de los aspectos medioambientales y la sostenibilidad del producto.