CONTENIDO PATROCINADO

Podríamos decir que en estos momentos, el godello es el vino de moda en cada vez más rincones no solo de nuestra geografía peninsular, sino en diferentes mercados exteriores.
Esta variedad de uva y  los vinos que a partir de ella se elaboran, junto a sus características singulares, convierten la zona de Valdeorras en un enclave único para su cosecha.

Cada vez son más los emprendedores, e incluso bodegas foráneas, que tras conocer las características de esta zona, deciden invertir en los suelos de este territorio amparado para elaborar su propia marca de godello bajo el sello de calidad de la D.O. Valdeorras, que estipula que este ha de ser del 100%. Este carácter monovarietal es identificativo de esta comarca, ya que de no ser así, el Consello Regulador no permitiría etiquetar el vino como "godello".

Esta exclusividad se percibe en las consideraciones de prestigiosos bodegueros que han desembarcado en Valdeorras procedentes de fuera de la comarca para elaborar, principalmente, godello. Uno de los bodegueros más reconocidos de la comarca es Rafael Palacios, que con su "Sorte O Soro" ha conseguido elaborar uno de los dos únicos vinos blancos de la historia de España que ha logrado 100 puntos en la Guía Parker, asegura que «aquí, sin ninguna duda, tenemos la mejor zona para vinos de toda la península». Por su parte, el responsable de la bodega que Pago de Capellanes tiene en Valdeorras, César Arias, manifiesta que «los dueños de Pago llevaban años visitando todas las zonas vinícolas del país, y les gustó esto. Se quedaron prendados de Valdeorras y de su godello».

Suelos variados y únicos

Uno de los factores más relevantes en la elaboración de esta D.O. es el terreno. La geología tiene una relación directa con el cultivo de la uva y el posterior sabor del vino.
En este caso, la zona de Valdeorras tiene una gran diversidad de suelos entre los que se encuentran aluviales, graníticos, pizarrosos... entre muchos otros. Es en estos campos donde crecen las vides, alimentándose de los nutrientes característicos de cada tipo de superficie y aportando ese excepcional sabor de los godellos D.O. Valdeorras, que nos recuerda a alguna fruta de hueso y a flores blancas. La sensación que deja en boca es estructurada y untuosa, con una acidez natural que lo convierte en un vino fresco, elegante y pleno.

Jorge Mazaira, director técnico del Consejo Regulador de la D.O. Valdeorras considera que «son nuestros suelos, la riqueza de estos y la diversidad que hay de diferentes tipos de superficie entre una zona y otra los que convierten el sabor de la uva en algo importantísimo e inimitable en otras denominaciones de origen».


Por otro lado, por la importancia del territorio, Miguel Tienda, director técnico de la bodega Virgen del Galir (grupo CVNE), declara que «muchas veces, cuando estamos en las catas nos preguntan: ¿este vino tiene mucha mineralidad? entonces si estás aquí, en A Malosa (viñedo ubicado en Éntoma, en el Concello de O Barco), y ves el terreno, comprendes lo que es un vino mineral. Ya llevábamos tiempo siguiéndole la pista a esos vinos, y a la historia detrás de Valdeorras. Y creémos fielmente que esta comarca reúne esas condiciones, debido a la variedad de suelos, que le aportan unas condiciones únicas a sus godellos. Es una variedad muy, muy generosa en todos los sentidos y que además cuenta con una capacidad de envejecimiento que posiblemente pocas uvas tengan»

Un clima extraordinario

La situación geográfica lo sitúa en un enclave en el que convergen los climas atlántico, oceánico y mediterráneo, lo que provoca que los inviernos sean fríos, los veranos cálidos y los otoños y primaveras muy suaves. Además, la ubicación de Valdeorras, entre los 300 y 900m de altitud, hace que el clima sea óptimo en cuanto a la acidez de la uva.

Sobre la importancia del clima, José Ramón Rodríguez Castellanos, presidente del Consello Regulador de la D.O. Valdeorras, declara que «este microclima que tenemos, con esa influencia atlántica, con parte de mediterráneo, nos aporta calor por el día y fresco por la noche. Este año ha sido maravilloso en cuanto a clima, sobre todo en el mes de junio, donde se ha mantenido la acidez. Eso nos está dando unos mostos con una diferenciación y un sabor excelentes»

Antigüedad de los viñedos

Otro aspecto importante cuando hablamos de godello, es tener en cuenta la historia que hay detrás.
Desde tiempos pre-romanos, Valdeorras acogió distintas poblaciones, pero fue la llegada de los romanos lo que marcó un punto de inflexión, ya que fueron ellos los que se encargaron de construir vías que cruzaban la región, como la Vía Nova que comunica Braga con Astorga. Pero también fueron ellos quienes introdujeron las vides en la región, comenzando así una tradición vinícola que perdura hasta la actualidad.

Un importante punto de inflexión en la historia vitivinícola de la comarca, pero también de la del godello, fue en 1974, momento en el que esta uva estaba casi desaparecida y se puso en marcha "Programa REVIVAL", desde la oficina de Extensión Agraria de Valdeorras, cuya misión era recuperar esta variedad autóctona. Afortunadamente, para todos los amantes del vino, este proyecto fue todo un éxito y, con el paso de los años fue cada vez más común que una parte importante de los nuevos viñedos que se plantaban, fueran de godello.

Este factor, el de la antigüedad media de las plantaciones de godello de Valdeorras, es otro de los más diferenciadores de esta comarca. El director técnico del Consello Regulador explica que «las raíces de estas cepas de más de 30 años que tenemos por todo el territorio han pasado de estar casi en la superficie cuando eran jóvenes -donde solo cogen materia orgánica- a estar en la parte más profunda del terreno, que es lo que les permite absorber toda la parte mineral del suelo. Una característica que hace que los vinos de Valdeorras sean únicos».