Vinos de Valdeorras: una elección cada vez más popular en la alta restauración gallega
Su excepcional combinación de clima y suelos hacen de Valdeorras un lugar ideal para el cultivo de variedades autóctonas, algunas no tan conocidas pero con muchísimo potencial
La Denominación de Origen Valdeorras, en el este de la provincia de Ourense, se ha convertido en un referente para quienes buscan vinos con carácter y versatilidad. Fundada sobre un legado vinícola que data de la época romana, esta región destaca por su excepcional combinación de clima y suelos, ideales para el cultivo de variedades autóctonas como Godello, Mencía y otras menos conocidas, pero igualmente sorprendentes, como Brancellao o Albarello.
Los vinos de Valdeorras no solo seducen por su calidad, sino por su capacidad para elevar los platos de la alta cocina. Restaurantes de renombre en Galicia confirman que, tanto en blancos como en tintos, estas etiquetas son una elección perfecta para maridar desde los sabores más delicados hasta las propuestas más contundentes.
Versatilidad y riqueza: el alma de Valdeorras
Una de las principales virtudes de los vinos de Valdeorras es su capacidad de adaptación, una cualidad destacada por Francisco López, jefe de sala del Restaurante España, en Lugo. «Tienen una gran versatilidad. Un Godello sin demasiado cuerpo es perfecto para entrantes; mientras que, para carnes menos potentes, un Godello con lías o un Mencía joven se integran de maravilla. Incluso el Brancellao, una monovarietal fantástica, aporta opciones únicas».
Esta variedad de estilos y uvas es lo que también cautiva a Miguel Anxo Besada, propietario de la Taberna A Curva en Portonovo y mejor sumiller del International Wine Challenge 2020. Para él, Valdeorras es mucho más que Godello y Mencía, ya que «no podemos limitarnos a las variedades más populares; hay una riqueza inmensa con uvas como Albarello y muchas otras autóctonas que amplían la oferta de la denominación».
Además, Besada subraya la importancia de entender Valdeorras desde una perspectiva histórica. «Es el primer lugar que los romanos encuentran al entrar en Galicia y lo identifican como una zona privilegiada para la agricultura. Esa herencia sigue viva y la hace una denominación emergente con una gran proyección».
Una conexión perfecta con la cocina gallega
Los vinos de Valdeorras encuentran en los productos gallegos un maridaje natural. Javier Míguez, propietario de las Bodeguillas de San Lázaro y Santa Marta en Santiago defiende que «tanto los blancos como los tintos de Valdeorras encajan perfectamente con nuestros pescados, mariscos, embutidos y carnes. Su estructura y calidez los convierten en aliados ideales para platos como la ternera gallega».
En esa línea, Francisco López destaca cómo un Godello con lías puede transformar un plato emblemático como el steak tartar sobre tuétano, que fue reconocido como el mejor de España. «Un blanco con estructura o un Godello con buena acidez es ideal, ya que limpia el paladar y equilibra los sabores del plato», asegura.
Por su parte, Besada prefiere dejar que los clientes exploren los vinos por sí mismos, guiándolos en un viaje por Galicia a través de las copas. «No creo en maridajes estrictos. Abro vinos y dejo que la gente conozca las zonas y las variedades. Esa es mi labor como gallego y como sumiller».
El auge de Valdeorras en la restauración
En los últimos años, los vinos de Valdeorras han experimentado un aumento notable en popularidad. Según Míguez, «los blancos de Godello son ahora de las variedades más demandadas, incluso por encima de Rías Baixas o Ribeiro».
López también señala cómo Valdeorras ha dado un salto en calidad y cantidad. «Los blancos de Godello están muy de moda, y con razón. Es una uva de gran estructura y acidez que se adapta perfectamente a diferentes platos. Matiza que «los tintos, por su parte, tienen calidez y cuerpo, lo que los hace ideales para carnes o embutidos».
Para Besada, sin embargo, el reto es evitar que Valdeorras se encasille en unas pocas variedades pues considera «importante promover la región más allá de Godello y Mencía para mostrar su diversidad. No podemos dejar que ocurra lo mismo que en Rías Baixas, donde todo gira en torno al Albariño».
Un futuro prometedor para una denominación histórica
Los vinos de Valdeorras están conquistando paladares en Galicia y más allá, gracias a su equilibrio, su diversidad y su capacidad para realzar cualquier propuesta gastronómica. Desde un fresco Godello para acompañar mariscos y pescados, hasta un estructurado tinto para carnes y quesos, esta denominación sigue consolidándose como una apuesta segura para los amantes del buen vino.
Como lo resume Besada, «Valdeorras es una joya histórica y vinícola que merece ser descubierta. Abrir una botella de aquí es abrir una puerta a la riqueza y la autenticidad de Galicia», concluye.