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31 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada 1 de noviembre, España se transforma. Los cementerios se llenan de flores, las casas huelen a buñuelos y huesos de santo, y las familias se reúnen para recordar a quienes ya no están. El Día de Todos los Santos no solo es una tradición arraigada: es una ventana a nuestra historia, cultura y emociones más profundas.

Desde Grupo Albia, te invitamos a descubrir el lado más curioso y desconocido de esta fecha tan especial. Porque recordar también es una forma de aprender, celebrar y conectar.

¿Sabías que el Día de Todos los Santos y Halloween comparten raíces?

Aunque muchos piensen que Halloween es una moda importada, lo cierto es que ambas fechas nacen de una misma raíz: Samhain, la festividad celta que marcaba el final del verano y el inicio del «año oscuro». Se creía que en esa noche el mundo de los vivos y los muertos se tocaba.

Dato curioso:

La palabra «Halloween» viene de «All Hallows' Eve», es decir, la víspera de Todos los Santos. Fue adaptada por el cristianismo para transformar una festividad pagana en religiosa.

¿Por qué se celebra el 1 de noviembre?

En el año 835, el Papa Gregorio IV estableció el 1 de noviembre como día para honrar a todos los santos, incluso a aquellos no canonizados ni conocidos. El objetivo era cristianizar celebraciones paganas como Samhain o la fiesta de los muertos en Roma.

Curioso pero real:

La fiesta del Día de los Fieles Difuntos se celebra al día siguiente, el 2 de noviembre, aunque muchas personas los confunden o los viven como uno solo.

Dulces con historia... y con leyenda

El Día de Todos los Santos tiene sabor. Los dulces típicos no solo están buenísimos, también encierran significados antiguos:

Huesos de santo: elaborados con mazapán y forma alargada, representan los huesos de los difuntos y se preparan desde hace siglos.

Buñuelos de viento: se dice que, por cada buñuelo comido, un alma es liberada del purgatorio.

Panellets: típicos de Cataluña, son bolitas dulces con piñones que simbolizan la unión familiar.

En Canarias, durante la Noche de los Finaos, se acompaña la comida con vino dulce, castañas y relatos orales. Un encuentro entre generaciones.

Curiosidades que invitan a mirar más allá

En algunos pueblos, las campanas suenan toda la noche del 31 de octubre para «guiar» a las almas.

Muchas personas encienden velas en casa o en las tumbas, como símbolo de luz eterna.

En zonas rurales, se mantiene la tradición de dejar comida o dulces para los difuntos.

¿Sabías que en algunos lugares se cree que si no haces una ofrenda ese día, los difuntos podrían «molestarte»? Una creencia que recuerda al famoso «truco o trato».

El recuerdo como forma de amor

En Grupo Albia, creemos que honrar la memoria es también celebrar la vida. Acompañamos a miles de familias en ese camino, desde el respeto, la cercanía y la emoción.

Este 1 de noviembre, encendamos una vela, compartamos una historia o preparemos ese dulce que tanto gustaba. Porque recordar no es mirar atrás: es seguir caminando con quienes amamos.

En el Tanatorio Crematorio Ferrol, compartimos con las familias este día de recuerdo ofreciendo espacios de homenaje, acompañamiento y cercanía.