Los pollitos se impusieron a las abejas y los pavos reales en una modalidad de grupos con marcado acento animal Valor y al Antroido. El disfraz de torero se puso de moda estos carnavales. Muchos niños optaron por el traje de luces para salir a triunfar sobre la pasarela del concurso infantil. Alguno compartía incluso montera y chupete. Con toros como los de ahora, ni los más pequeños se espantan. Su valor no tuvo premio, y al final fue una bucanera la que cortó orejas y rabo. Mientras, Gabriel le ponía ángel a la fiesta. Con sólo cuatro meses se subió al tablado -en brazos de un azafato- vestido de nieto de Elvis. Luego se descubrió que no era vástago de «El Rey», sino nieto de uno de los de la comparsa Monte Alto a Cien. El que no se consuela...
12 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Noelia también escondía sus cuatro meses tras un disfraz de calabaza, e Iria vestía uniforme de presidiario con sólo cinco mesecitos. Junto a Gabriel conformaban la terna de benjamines del concurso infantil de disfraces. El nieto de Elvis fue el único de los tres que se hizo con un premio, y es que quedó cuarto en el certamen individual. Por delante, una bucanera arrebató el primer puesto a un caballero real y a My Fair Lady. Cerraba el quinteto de ganadores un soldado real. Los reyes mandaron en la lista de éxitos. Y si en categoría individual triunfaron los reyes, en la de grupos, los animales se lo comieron todo: pollos por delante de abejas y pavos reales. Ellos se repartieron los premios principales en un concurso que destacó por el elevado número de participantes: 272 niños se subieron al escenario de la plaza de España. La tercera categoría, la de choqueiros, fue para el Periqueiro, que ganó a la Vieja y al Ideal. Aquí tuvieron mención especial la Novia Plantada y Mary Poppins. Dosis de imaginación Patricia emuló en todo a Pilar López de Ayala. Como ella, se vistió de Juana la Loca y lo que le ocurrió a la actriz con los Oscar, le pasó a ella con los premios del certamen: no estuvo entre los nominados. No fue la única influenciada por el cine a la hora de escoger disfraz, hubo también un Harry Potter de escoba, batín y gafas y un Buzz Lightyear al que sólo le faltaba volar. A la cita acudieron también los clásicos infantiles. Como ejemplo de mito del dibujo, la abeja Maya. Susana y Pablo no desentonaban vestidos del zumbón insecto en el país multicolor que fue ayer el escenario de la plaza de España. El primero completaba el disfraz con bucles de querubín que no tuvo que comprar porque ya le pertenecían. Por lo demás, un Pichi con una justa dosis de chulería, superhéroes, piratas y hasta seis toreros, seis.