
Cronómetro | Marcial Ortiz
01 may 2004 . Actualizado a las 07:00 h.Marcial Ortiz es de los pintores que conserva toda su curiosidad a la hora de plasmar en el lienzo lo que ve. Y lo que más mira, fascinado, son los paisajes. El faro de Mera, cualquier entorno natural de A Coruña han contado con la visión de un artista que mezcla ilusión y escepticismo y que se considera pintor a la vieja usanza. No escatima esfuerzos para pintar lo que ve desde donde lo ve. No es difícil encontrarlo con su caballete dibujando al aire libre. Su obra puede ser vista en Madrid hasta el próximo 7 de mayo. -¿Considera que su forma de trabajo se corresponde con un romanticismo que ahora escasea? -Yo salgo a pintar porque el paisaje hay que vivirlo. La fotografía, como hacen algunos, no basta. No me enamoro de un paisaje en una foto. Hay que mirarlo a los ojos. -¿Y qué ha llevado a Madrid? -Cuando salgo fuera de A Coruña me gusta llevar de todo. Como diría un flamenco, toco todos los palos: paisaje, retratos, naturalezas muertas¿ -¿Se considera versátil? -Como me gusta hacer trabajos paisajísticos, a veces dependo de las estaciones. Cuando no se puede salir hago retratos, bocetos, alguna cosa imaginaria o bodegones. -¿Hay una estación pictórica por excelencia? -El otoño. La gama de colores que se dan es excepcional. Es una época riquísima. -Al margen de estas virtudes, ¿cómo está el mundo de la pintura? -Incluso en Madrid hay poca gente que viva de la pintura. Hay poco mercado y muy cerrado. Hay demasiada literatura. Hoy la pintura se mueve como la pasarela Cibeles. -¿Qué le parece la pintura coruñesa? -A principios del siglo XX había una corriente maravillosa de pintores paisajistas. Luego, la irrupción de la pintura experimental desplazó ese movimiento. Pero a mí es el que más me interesa.