El carnaval 2005 ha tenido un seguimiento espectacular. La calle de la Torre estuvo a reventar el martes de carnaval y el entierro de la sardina fue el más multitudinario que recuerdan los más choqueiros del lugar. «Será que otros años no salía esquela en La Voz», bromea una plañidera mientras contempla el largo séquito. Están los de todos los años: la comparsa Todo a 100, el Trío Bolero (reforzado para la ocasión por dos bailarinas de samba), curas , choqueiros y demás familia. Con esos ya se contaba, porque son los habituales. Pero vemos caras nuevas, como las de la banda municipal de Santa Cruz de Rivadulla, que debuta en el entierro de la sardina coruñés, o seis chavales del grupo scout San Jorge 33 que portan el féretro camino de la plaza de España. «Nos hacía ilusión llevar a la sardina, así que llamamos al Ayuntamiento y aquí estamos. Pesa un poquillo», reconoce uno de estos jóvenes castores. Pero la novedad más espectacular es la presencia de decenas de personas en las barandillas del paseo y en las gradas de San Amaro. Más público que nunca para ver a una sardina que, al contrario de lo que estaba previsto, no es trasportada en lancha. «Es que hace mucho mar», explica un responsable de Fiestas.