El mánager del irlandés fotografió al público, 50.000 personas, desde el escenario El organizador del «Live 8» actuó en A Coruña en un momento bajo de su carrera, en 1995
06 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.En los últimos días, A Coruña ha asistido desde la distancia al último baño de masas de sir Bob Geldof. La capacidad de convocatoria del músico irlandés a la hora de reclutar estrellas para macrofestivales benéficos está fuera de toda duda. La demostró el 13 de julio de 1985, cuando el cartel estelar del Live Aid logró recaudar 65 millones de dólares para luchar contra la pobreza. Y ha vuelto a confirmar su carisma veinte años después con el Live 8 , la serie de conciertos simultáneos celebrados en distintas ciudades del planeta el pasado sábado. El propio ex cantante de los Boomtown Rats se subió al escenario de Hyde Park, Londres, y fue aclamado por 200.000 personas, aunque cierto es que la mayoría de esa gente no acudió al parque para escuchar su música, sino que fue atraída por ilustres como Coldplay, Madonna, Elton John, REM, McCartney, Robbie Williams y Pink Floyd, entre otros. Posiblemente, Geldof no se daba un baño de masas desde 1995, con el mérito de que entonces lo consiguió casi por sí solo. El 14 de agosto de aquel año tocó en el festival Coruña Pop Rock, celebrado en la playa de Riazor. Lo hizo ante 50.000 personas, según cifras de la Policía Local. Antes, había actuado Rafa Martín, pero ante mucho menos público, y después del irlandés, tras un parón de una hora, lo hizo Kiko Veneno, que se encontró una playa desangelada y ofreció una actuación desganada y olvidable. El auténtico triunfador de la jornada fue Geldof, que revivió sensaciones parecidas a las del Live Aid . Estaba en un momento bajo de su carrera y se encontró ante una muchedumbre. Su mánager gastó varios carretes. Disparó desde la parte trasera del escenario para, quizá, llevarse a las islas una prueba gráfica de que el sir seguía moviendo a miles de personas. Animado por el ambiente, Geldof ofreció un extenso y magnífico concierto en el que, por estar donde estaba, tiró mucho de su cancionero más folk. Sin embargo, el éxtasis colectivo se alcanzó cuando interpretó el legendario tema pop de los Boomtown Rats I don¿t like mondays . Los organizadores no le recuerdan maneras de divo. «Tuvo un comportamiento muy normalito», apunta un colaborador del Ayuntamiento. El raro fue Kiko Veneno, que pidió intimidad para hacer una sesión de yoga antes del concierto y tardó más de lo previsto en subirse al escenario.