Aproínco reconoció la labor de su principal impulsor Autoridades y empresarios del sector de toda España se sumaron al acto
20 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.?anuel Jove recibió ayer el tributo de autoridades, empresarios y representantes de los colegios relacionados con el mundo de la construcción y la promoción inmobiliaria en un acto celebrado en el hotel Finisterre. Alrededor de 250 personas se sumaron al homenaje organizado por la Asociación de Promotores Inmobiliarios de A Coruña, Aproínco, entidad que el propio Jove impulsó en 1992 para promover soluciones conjuntas en el desarrollo de la actividad empresarial. Anoche, junto a los miembros de la entidad coruñesa no quisieron faltar a la cita los directivos de las agrupaciones gallegas y de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), que hoy mismo celebrará su junta rectora en la ciudad. La cena para reconocer la labor desarrollada por el creador de Fadesa contó también con la presencia de diversas autoridades, como el rector de la Universidade da Coruña, José María Barja; el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras; el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández; el alcalde coruñés, Javier Losada; y el presidente de la Diputación, Salvador Fernández Moreda. Arropado por su familia, Manuel Jove estuvo acompañado también por el director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, y por numerosos empresarios, entre ellos el presidente de la patronal gallega, Antonio Fontenla, además de por representantes de los colegios profesionales de arquitectos, aparejadores, notarios y registradores, entre otros. A los postres, según tenía previsto la organización, Juan José Yález, gerente de Aproínco, guió las intervenciones de Manuel Martí, secretario general de la APCE, para ofrecer una semblanza del empresario antes de que Guillermo Chicote, presidente de la asociación nacional, le hiciese entrega de una placa. Jove recibió también un recuerdo de la Federación de Promotores de Galicia, de manos de su presidente, Ángel Gallego, y la insignia de oro de Aproínco, que le impuso Ángel Jove Alborés, al frente de la asociación coruñesa que el propio homenajeado ha presidido durante quince años.