Después de varios meses de reuniones, ideas, discusiones y cenas interminables, las comparsas están más que puestas para enseñar su arte al pueblo. Los ensayos son una locura. Entre música y gritos, los comparsistas se prueban eufóricos los trajes que lucirán en la cabalgata que comenzará mañana a las cinco de la tarde en la plaza de Orense, y terminará en la plaza de María Pita dos horas después. «Se trabaja mucho y duro para organizar todo esto, pero al final compensa», asegura Jesús Vallejo, de Pantaleón, mientras su mujer, Copi, ultima los detalles de la carroza en la que se montaran los más de cien integrantes que irán ataviados con sus trajes de hawaianos.
«Resulta casi imposible organizarse en grupo porque esta comparsa es una anarquía», asegura Romualdo, el presidente de Os Maracos, una de las más antiguas de A Coruña. El grupo, que nació en la sede del Partido Comunista de Galicia hace ya 26 años, está formado por 73 socios, un número poco manejable pues, según cuenta Romualdo, les gusta ir mucho de bares y al final siempre tienen que ocupar tres locales.
Otra de las comparsas más añejas es Monte Alto a 100, que cuenta con 33 integrantes de entre 20 y 85 años. Son el grupo más activo, además de participar en el antroido se presentan en los geriátricos para entretener a los residentes. «Y somos también los más organizados, tenemos un profesor de música y ensayamos mucho para poder repartir felicidad a donde quiera que vamos», comenta Rafael Cobo, uno de los integrantes. Por su parte, Manolo Salinas, quien preside el grupo, asegura que para poder unirse a ellos solo hace falta «ser buena persona y tener muchas ganas de marcha». El integrante más veterano es Wences quien, a sus 85 años, se mantiene en plena forma para cantar y bailar en las fiestas. En su juventud formó parte de la popular comparsa Los mariachis de Canzobre, y aún recuerda con claridad las letras de las canciones que en aquel entonces le dedicaban al alcalde Molina.
Otra de las 66 comparsas que participan este año en el antroido es Amigos da Xoldra. Llevan mucho preparándolo todo, pero Belén Tejero, una de las integrantes, asegura que «lo importante es pasarlo bien, por eso todo el esfuerzo vale la pena». Afortunadamente, el ánimo de la gente no se ha visto afectado por la crisis puesto que, según afirma Loli Otero, otra de las chicas da Xoldra, «este año son muchas las personas que han salido a comprar su disfraz».
Pilar Ferreiro, presidenta de los Kilomberos de Monte Alto, confirma que su grupo ya está más que listo para la cabalgata. Al ser también un grupo de batucada, esta comparsa cuenta con la total aceptación del público en sus presentaciones.
Con solo 18 integrantes, Os Parados de Mera es una de las comparsas más talentosas. Ganaron el primer lugar del concurso de música y letra organizado por el Ayuntamiento y este año cumplirán 26 años de entretener al público. «Nosotros ensayamos mucho, somos muy disciplinados porque nos gusta mucho cantar», asegura Ricardo Feijo, uno de los integrantes.
Hay comparsas que no cumplen la cuota de género, como Monte Alto a 100 y Os Parados de Mera. Los del popular barrio coruñés se justifican diciendo que nacieron como un grupo de amigos y quieren mantenerse así. Por su parte, Ricardo Seijo señala que no ellos no tendrían inconveniente en que una «damisela» se integrara al grupo, pero hasta el momento ninguna lo ha solicitado.