«Nos hemos disuelto». Lo de disolverse tiene connotaciones de otras épocas, pero en esta ocasión las tres palabras de uno de los expertos que estudian la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica en la ciudad es algo tan sencillo como que han llegado al final de la tarea encomendada.
A la reunión de ayer no acudió finalmente Carlos González-Garcés. «Parece que se vai de viaxe», indicaron desde la comisión. De todos modos, el concejal que preside esta comisión recibirá el documento final, que fue firmado por los seis expertos propuestos desde la alcaldía.
La principal novedad del encuentro de ayer, el último de la comisión, fue la presentación de un voto particular por parte de la historiadora Ana Romero Masiá proponiendo la supresión de las calles Primo de Rivera y Calvo Sotelo.
El que sí estaba previsto era el otro voto particular que presentó Manuel Monge, ampliando notablemente las 23 calles y plazas que recoge el documento final de la comisión. En este sentido, el presidente de la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica coincide con la propuesta de Ana Romero puesto que incluye las dos calles mencionadas, además del muelle de Calvo Sotelo, la plaza José Toubes, la avenida Salgado Torres y las calles Cabo Ponte Anido, Fuente Álamo, Diego Delicado Marañón y Disciplina.
Tal y como habían acordado los componentes de la comisión, los votos particulares no fueron votados, sino que simplemente se incorporaron a los nueve puntos del documento final.
Propuestas y sugerencias
Monge también ha presentado una propuesta de posibles nombres de las calles para las que se pide la retirada del actual, si bien el resto de los componentes de esta comisión entienden que esto es algo que no figura en el encargo que han recibido. De todos modos, el texto final incluye varias sugerencias como son la «posible creación de un local dentro de un museo de la ciudad en donde se depositen, preferentemente para su conservación y exposición pública, en una especie de sala de la memoria, con las placas, obras de arte y monumentos retirados de las calles por exigencias de la denominada Ley de la Memoria Histórica». En este sentido, sugieren asimismo que la estatua de Millán Astray, que supera los tres metros de alto según apuntó Manuel Monge, «sea cedida al Museo Militar a los efectos oportunos».
De todos modos, alguno de los componentes de esta comisión, o todos ellos, podrán ser convocados por la Comisión de Honores y Distinciones del Ayuntamiento coruñés cuando estudien la propuesta con el fin de que intervengan en ella, con voz pero sin voto, para aclarar alguna cuestión o matizar alguna de sus propuestas.