Nena Daconte llenó la plaza de pop

A CORUÑA

05 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Estaba previsto que fuera uno de los conciertos más concurridos y celebrados del programa de fiestas y así fue. May Meneses y Kin Fanlo no solo lograron reunir a más de 15.000 personas en la plaza de María Pita sino que, a juzgar por la colección de sonrisas, aplausos y gargantas forzando la afonía, no queda más remedio que confirmar que lo suyo fue, en efecto, toda una explosión de alegría. Eso sí, concentrada en sus dos grandes singles: Tenía tanto que darte y En qué estrella estará.

Se trataba del debut del dúo en A Coruña. Pese a estar ya en su segundo álbum, el encanto de sus melodías de pop almibarado permanecía inédito en los escenarios de la ciudad. Quizá, por ello, una pléyade de adolescentes ocupaba las primeras filas desde las nueve de la noche con la ilusión de poder disfrutarlos.

Puntuales, iniciaron su actuación a las diez y media. Tras disparar varias serpentinas que formaban parte de una escenografía que recrea la portada de Retales de carnaval, la voz aniñada de May Meneses interpretó los primeros versos de Ay amor. Dentro de una atmósfera solemne y mucho más guitarrera que en sus discos, el dúo fue recorriendo su discografía con constantes paradas en versiones escogidas que delatan su espíritu de fan. Al poco de empezar sonó Poupée de cire, poupée de son, de Fran Gall. Poco después, el I Love To See You Smile, de Randy Newman. Y, ya bordeando el final, un It's the End of the World as We Know It (And I Feel Fine), de R.E.M., encarado con absoluta fidelidad.

No dejaba de llamar la atención la sintonía de una audiencia tan joven con un repertorio así. Aunque ya tuvieron tiempo para aclimatarse con ese Morrissey o Radiohead que sonaron de ambiente antes de salir a escena. Pero si su abanico de artistas adorados podía hacer arquear la ceja, más chocante aún si cabe, era ver cómo penetraban entre la audiencia los ramalazos de swing o de country a los que se abonó el grupo en la parte central del recital. O, más aún, ese punto de fragilidad y épica desde la que sale una pieza como Idiota, en la que enfilan los claroscuros de Coldplay.

Chocaba porque la mayoría del público venía a lo que venía: a regodearse sobre los grandes hits de Nena Daconte. Llegaron al final. En primer lugar, Tenía tanto que darte, que hizo botar hasta al mas retraído. Después, ya casi cerrando la actuación en el bis, su celebérrima En qué estrella estará. A la chavalada poco le importó su extraordinario parecido con el Complicated de Avril Lavigne y se dejó la voz para cantarla.

Tras ese vaciado muchos optaron por abandonar, convirtiendo las calles adyacentes a la plaza de María Pita en enjambres juveniles. Eso sí, en ellos se cantaba de continuo y con cadencia infantil eso de «Tenía tanto que darte, tantas cosas que contarte, tenia tanto amor guardado para ti».