Tres mil litros de gasolina por minuto

F.?M.

A CORUÑA

La refinería de Repsol cumple hoy 45 años en la ciudad produciendo combustible. Desde su apertura ha destilado 193 millones de toneladas de petróleo

11 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El 11 de septiembre de 1964 se inauguraba en A Coruña un coloso industrial destinado a la generación de combustible que alcanzaría una extensión de 150 hectáreas y una capacidad de destilación de seis millones de toneladas de petróleo al año. Este entramado de tuberías y chimeneas situado en Bens inició su historia de la mano de la Marathon Oil Company y Petrolíber, para llegar a convertirse en la actual refinería de Repsol, con una plantilla que supera los 600 trabajadores, dedicados a la producción de gasolina, gasóleo, queroseno, naftas para la producción de plásticos, asfalto, coque, fuelóleo, butano, propano y azufre.

Cumple hoy 45 años la refinería que ha derivado en un complejo industrial que incluye el terminal marítimo de carga y descarga de gases licuados y productos petrolíferos, unido a las instalaciones principales por un poliducto de seis kilómetros y medio de longitud que atraviesa la ciudad.

En todos estos años ha destilado 193 millones de toneladas de petróleo y ha producido 40 millones de toneladas de gasolina y 67 millones de gasóleo.

La capacidad productiva del complejo después de las distintas ampliaciones, inclusiones de nuevas unidades, modernizaciones y mejoras constantes que sufrió en estos cuatro decenios y medio de existencia hace que en una hora sea capaz de generar dos veces la electricidad que consume el municipio; en un minuto puede producir 3.000 litros de gasolina, equivalente al consumo de un automóvil en cuatro años; o 5.000 de gasóleo, lo que consumiría un camión durante 30 viajes entre A Coruña y Madrid.

El futuro de la refinería viene marcado por el reto del respeto al medio ambiente, con la producción de combustibles más ecológicos, un proyecto abordado en el año 2005 que supuso una inversión de 236 millones de euros y que le permitió adaptarse a la normativa europea en lo tocante a reducción de azufres. Además, el compromiso con la sostenibilidad ha supuesto que en el pasado 2008 las emisiones de dióxido de carbono hayan sido inferiores al límite establecido por el Gobierno desde la entrada en vigor del protocolo de Kioto.