Durante décadas permaneció oculto en manos de una familia de la ciudad. En el 2004 fue adquirido por un particular con un precio de 6 millones de euros
04 oct 2019 . Actualizado a las 13:20 h.No muchos pueden presumir de tener en propiedad un cuadro del mismísimo Diego de Velázquez. La coruñesa familia De la Calzada sí tuvo, sin embargo, ese honor. Y casi sin saberlo. Se trata de Las lágrimas de San Pedro, un cuadro de curiosa leyenda que perteneció a dicha familia durante generaciones, hasta que en 2004 fue adquirido por un empresario madrileño. Pero la venta, al igual que la propia obra, tuvo también su historia. Un San Pedro arrepentido tras sus tres negaciones fue en su momento el óleo con el precio de salida más elevado de las subastas celebradas en España, ocho millones de euros que, sin embargo, no convencieron a ningún comprador.
El cuadro fue pintado entre 1617 y 1619 por Velázquez en su taller de Sevilla. Pero sería a mediados del siglo XIX cuando terminaría el lienzo en A Coruña con motivo de una deuda. Un marqués sevillano dejó al San Pedro como aval al solicitar un crédito bancario, y sus descendientes trasladaron el cuadro a la ciudad, ignorando durante mucho tiempo quién era el verdadero autor de esta obra, de 1 metro de ancho por 1,30 de largo, ya que no figuraba rúbrica alguna sobre el lienzo. Fue una casual visita de uno de los herederos del propietario a un museo de Nueva York la que sacaría a la luz el importante legado artístico que obraba en su poder. Allí vio una pintura que le resultaba enormemente familiar, catalogada como una copia de Velázquez «actualmente en paradero desconocido».
Especialistas
La familia se puso entonces en contacto con especialistas para verificar la autenticidad de la obra. Entre ellos estaba el entonces presidente de la Academia de Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario, el pintor Julio Argüelles, quien aportó como indicio clave para demostrar su autoría las marcas de pintura que el lienzo mostraba en su canto derecho, que obedecían a la costumbre del maestro sevillano de limpiar así sus pinceles.
La existencia de este San Pedro salta a la luz pública y el Museo del Prado, la pinacoteca que cuenta con mayor número de obras de Velázquez, se interesa por su adquisición, previo estudio del lienzo. La conservadora jefe, Manuela Mena, no dudó en calificarlo como el original del que se hicieron hasta nueve réplicas que se encuentran en Madrid, Sevilla o Estados Unidos. Plasmó en su informe que las radiografías permitieron descubrir numerosos arrepentimientos o correcciones sobre la tela, «lo que indica el carácter de original y no de copia, tratándose sin duda de la primera versión de este tema». Además, sobre la autoría y autenticidad del cuadro, la experta apuntó que «el modo de conseguir el dinamismo, tanto de telas y pliegues como de la figura completa o sus detalles anatómicos, por medio de un sutil borde de luz, apunta a Velázquez como seguro autor de la obra».