La conselleira de Traballo e Benestar Social de la Xunta, Beatriz Mato, fue elegida ayer como Coruñesa del año por el jurado de la asociación de vecinos El Ensanche, promotora del premio. «Ha sido elegida por su trayectoria ejemplar y por su enamoramiento de la ciudad, a pesar de no haber nacido en ella, que ha quedado patente en todos y cada uno de los cargos que ha ocupado a lo largo de su brillante carrera», anunció Gerardo Crespo, presidente del colectivo vecinal.
Crespo aseguró que, además, «al tratarse de una persona joven, aún puede hacer mucho por la ciudad y defender nuestros intereses y los del área metropolitana dentro de la Xunta, porque tiene por delante, al menos a priori, una larga carrera».
Mato sucede en el palmarés de este galardón al ex ministro de Cultura César Antonio Molina, que será el encargado de entregarle el premio en una ceremonia cuya fecha está aún pendiente de fijar por los compromisos de ambos. A Molina se refirió también Crespo para indicar que «son muchas las cosas que tenemos que agradecerle por todo lo que hizo por la ciudad durante su trayectoria en cargos públicos, y suyo es el mérito de ser el máximo impulsor de la candidatura de la Torre a patrimonio de la humanidad».
La conselleira, nacida en Baracaldo, se instaló en A Coruña hace más de veinte años y recibió la noticia «verdaderamente abrumada por el reconocimiento de mis vecinos». Su primer recuerdo fue para su madre, también Beatriz, vecina de la Atocha Alta, que emigró al País Vasco en busca de un futuro mejor, «porque ella fue la que me hizo amar esta ciudad, a la que regresaba casi cada dos meses para visitar a mi abuela. Yo nunca me sentí una extraña aquí, porque siempre fui una coruñesa más de Monte Alto que jugaba en la calle San Juan y en los Pelamios», cuenta la ahora residente de Adormideras.
La titular de Traballo recibió el galardón «con un alto grado de responsabilidad», y también se refirió a la encomienda de Crespo: «Por supuesto que siempre miramos con especial atención todas las necesidades de mi ciudad, pero tenemos que ir desarrollándolas conforme a las posibilidades que tenemos, pero que quede claro que en casos como los centros de Monte Alto y Eirís, se han desbloqueado después de tres años gracias a haber una conselleira coruñesa».