La mayoría de los viales que cambian de nombre con la aplicación de la ley de ?la memoria histórica tuvieron varias denominaciones a lo largo del último siglo
03 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Un hospital servía para designar una calle, lo mismo que una fábrica de gaseosas o incluso los baños termales que se tomaban a varios kilómetros de distancia de A Coruña. Era la pragmática sabiduría popular que ahora es necesario saber situar en su contexto, advierte el historiador José Alfeirán, autor de un exhaustivo estudio sobre la evolución de la mayoría de los nombres de las calles afectadas por la ley de la memoria histórica.
Como resultado de este trabajo sostiene que no era el hospital del Socorro, «que no estaba allí», el que daba nombre a la calle que tras la Guerra Civil pasaría a llamarse Juan Canalejo. En realidad, el nombre venía, según explica, «de una especie de socorro a los obreros, lo que sería hoy el Plan E de Zapatero, y por eso la calle pasó a ser la del Socorro porque era un socorro, una ayuda a la gente que lo pasaba mal, pero no por el hospital, que estaba en otro sitio, y de hecho existe otra calle que es la del Hospital», recuerda.
La calle del Socorro, ahora Juan Canalejo, forma parte de los 22 viales que cambian de nombre en aplicación de la ley de la memoria histórica. De sabiduría popular, y sobre todo de ironía, retranca o como quiera calificarse, es también una muestra la iniciativa colgada en Internet de que este vial pase a ser la calle Diego Tristán, tal vez por las horas que, según las malas lenguas, el delantero centro pasó en sus locales de copas.
La fábrica industrial La Unión dio nombre tanto a la cuesta de La Unión como «a una calle que hay allí, frente a la entrada del parque de Santa Margarita, y que se llama Industrial, precisamente por eso». Luego, la cuesta pasó a llevar el nombre del teniente coronel Gómez Zamalloa y ahora podría incluso volver a su antigua denominación, que en el lenguaje popular de los coruñeses nunca perdió.
Al menos la mitad de las calles que van a cambiar de nombre tenían otro antes, según la investigación llevada a cabo por Alfeirán basándose sobre todo en la detallada consulta de numerosos archivos municipales, que además contienen un buen número de curiosidades sobre las mismas. Con esta nueva modificación, en la mayor parte de los casos todavía sin concretar, muchos de estos viales pasarán a tener el tercer nombre de su historia, ya que antes de la Guerra Civil tenían una denominación, durante el conflicto, o en los años posteriores, fueron rebautizadas y ahora vuelven a cambiar. De hecho, en algunos viales la pretensión de los vecinos es que las calles recuperen la vieja denominación, como es el caso del campo de la Leña, que en el año 1937 pasó a ser la plaza de España.