A juicio por fijar la frontera de Arteixo

Susana Acosta
Susana Acosta ARTEIXO/LA VOZ.

A CORUÑA

Miembros de la asociación de Meicende se enfrentan a una pena de tres a nueve días de servicios sociales para la comunidad por señalizar con espray los límites con A Coruña

11 may 2010 . Actualizado a las 11:56 h.

Allí estaban todos. No solo los representantes de la asociación de vecinos de Meicende que habían sido citados. En este caso, el presidente de la entidad, Orlando Bello; la vicepresidenta, Concepción Naya, y el portavoz, Carlos Calvelo. También quisieron mostrar su apoyo a la asociación los concejales del Partido Popular, la portavoz del Bloque, Silvia Seixas, y la edila no adscrita, Lucía Ferreiro. Incluso el socio de gobierno, el teniente alcalde Xosé Márquez, coincidió con los vecinos a la salida del juzgado.

Indignados por lo que consideran una «pataleta» de la alcaldesa, Pilar Souto, los denunciados recogieron la citación para el juicio de faltas que tendrá lugar el 18 de junio en el juzgado de paz de Arteixo. El Concello los acusa de «daños y deslucimiento del mobiliario urbano» cuando el pasado 5 de diciembre señalizaron el deslinde entre Arteixo y A Coruña. Pero lo que en un principio fue un acto reivindicativo terminará finalmente en un juicio de faltas, con el consiguiente recrudecimiento de las relaciones entre la regidora y la asociación vecinal, ahora que estaban tranquilas las aguas. Además, si el fallo se pronuncia a favor del Concello, los representantes vecinales tendrán que someterse a una pena de tres a nueve días de servicios sociales para la comunidad, según explicaron los de Meicende. Y los vecinos ya lo advierten: «Van polas persoas porque non denunciaron á asociación como entidade, así que nós agora tamén denunciaremos a algúns concelleiros», asegura Orlando Bello.

Además de recoger la citación, los denunciados pudieron tener acceso al expediente remitido al juzgado: «Cando menos é curioso», asegura Bello. Según explican, la Policía Local remitió un atestado en el que figura que los agentes recibieron «chamadas anónimas duns veciños». Un hecho que la asociación de Meicende pone en duda: «A partir de agora a policía vai ter moito traballo porque nos tamén faremos chamadas anónimas», explica el presidente.

De lo que sí están convencidos es de que la repercusión mediática jugó un papel muy importante en todo este asunto: «O que lles pareceu mal foi que saíse na prensa», asegura Bello, que explica que la visita de la policía a Meicende para comprobar la señalización del deslinde tuvo lugar el día de la publicación en prensa del asunto, y no el día anterior, fecha del acto reivindicativo.

Sea como fuere, lo cierto es que el nuevo enfrentamiento entre la asociación de vecinos de Meicende y el Concello continuará ofreciendo titulares. Los primeros aseguran que se sienten discriminados por el actual equipo de gobierno y explican que no cesarán de reivindicar lo que consideran necesario para el núcleo poblacional de Meicende. Para los segundos, en cambio, los hechos hablan por sí solos. La polémica está de nuevo servida.