El ex ministro Jordi Sevilla presentó su primer libro de ficción, «La joven de la foto» rechazando «que se me encorsete»
07 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Un economista escribiendo una novela negra. «¿Y por qué no?». La pregunta rebelde la repitió varias veces Jordi Sevilla (Valencia, 1956) durante la presentación de su primer libro de ficción La joven de la foto (Ellago Ediciones). La cita era a las seis de la tarde, pero los libreros fueron remoloneando unos minutos a la tarde soleada. El tiempo suficiente como para que el ex ministro atendiera una llamada telefónica y les contara, entre risas, al alcalde, Javier Losada, y al vicepresidente de Parlamento Europeo, Miguel Ángel Martínez Martínez, que algunas de las personas que habían leído la novela le habían contado cómo identificaron a Zapatero en la trama de esta historia que transcurre entre Madrid y Galicia. Una vez más, este economista del Estado por oposición insistió en que era falso la aparición de presidente del Gobierno, entre otras cosas porque, como indicaría más tarde, «está escrita hace diez años» y entonces «ni conocía a Zapatero».
A la conversación y a las bromas se fueron sumando la parlamentaria Mar Barcón, o la teniente de alcalde Carmen Marón, y en el momento de comenzar el acto otro ex ministro (al que aludió Sevilla en su intervención), César Antonio Molina, y el parlamentario José Luis Méndez Romeu.
Abrió el acto Francisco Villegas, el editor, y Javier Losada empezó calificando a Jordi Sevilla como «un socialdemócrata», «un economista lúcido», «un político comprometido con la modernidad» y «un adalid de la buena gobernanza». El alcalde se preguntó, ironizando, si «¿hay algo más negro que escribir sobre economía?» y apuntó que esta era una novela negra escrita por un economista. Destacó Losada que gran parte de la novela transcurre en la ciudad, «y eso nos permitirá pasear por sus calles, ir a Santa Cristina o a Cambre, a la estación o al aeropuerto» y aquí introdujo una cuña publicitaria: «Que hoy es noticia porque se amplía».
Jordi Sevilla agradeció a su editor que durante diez años esperara por la publicación de esta novela «y hoy mismo le he entregado 80 páginas de la siguiente». También confesó «un cierto pudor» a publicarla, pero «yo me hago muchas veces una pregunta en todos los ámbitos de la vida, ¿y por qué no?, con lo que me decidí». En este sentido «me niego a que se me encorsete, incluso como ex ministro, que se me catalogue; si puedo escribir de economía o de política, ¿por qué no una novela negra?».