Falcao y el gran año del Oporto

Javier Bragado MADRID / COLPISA

A CORUÑA

19 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Gol: 1-0, min 40: Falcao.

Árbitro: Velasco Carballo (España). Mostró tarjetas amarillas a Hugo Viana, Sílvio, Sapunaru, Mossoró, Kaká.

Incidenciass: Final de la Liga Europa disputada en el Dublin Arena.

Helton, Sapunaru, Rolando, Otamendi, Pereira, Guarín (Belluschi, min 73), Fernando, Moutinho, Hulk, Falcao, Varela (J. Rodríguez, min 79).

Artur Moraes, Miguel Garcia, Paulao, Rodriguez (Kaká, min 45), Silvio, Custódio, Hugo Viana (Mossoró, min 45), Vandinho, Alan, Lima (Meyong, min 65), Paulo César.

La situación para el ciudadano medio en Portugal es oscura, con tiempos de penuria, un rescate de la unión Europea y crisis de gobierno ante las malas decisiones. Sin embargo, en el terreno futbolístico descubre con asombro que domina la segunda línea europea y que dispone de mimbres para una nueva idade de ouro. Así, el principal síntoma es la aparición de tres equipos lusos en las semifinales de la Europa League y el indiscutible protagonismo en el césped de conjuntos con personalidad como el Oporto, nuevo campeón de la competición.

Para ganar el torneo el equipo blanquiazul ha demostrado personalidad, apetencia (nadie ha marcado más tantos en Europa), un futbolista en forma como Falcao (goleador de la competición que ha superado el récord de Klinsmann) y Hulk, portento físico y pesadilla de los defensas.

El papel de favorito fue asumido por los de André Villas-Boas en Irlanda, a un paso de completar el triplete de títulos (ha ganado la Liga y disputa la final de Copa en tres días) y con una arrebatadora trayectoria en la presente temporada (sólo seis derrotas en cuatro competiciones).

Con la iniciativa prevista, el Braga se replegó, entregó el balón y se confió a su excelencia defensiva. Resultó una estrategia efectiva durante casi 45 minutos, sin ningún disparo dentro de su portería y la falta de tensión de un encuentro plomizo. Pero llegó el error de los rojos y Guarín aprovechó para asignar a Falcao el citado gol de cabeza con un excelente centro. De nuevo apareció aquel colombiano de estatura media (1,77m) capaz de marcar su séptimo gol de cebaza en Europa.

El tanto del sudamericano antes del descanso sirvió para voltear un choque de trote y escasa calidad. Solo después del tanto en contra el Sporting de Braga se obligó a atacar y deshacer su actitud defensiva. Pero los Guerreros del Miño, con fama de matagigantes acusaron su inexperiencia de las finales.

El gol de Falcao abotona el gran año del Oporto y el rutilante Villas-Boas, entrenador reconocido a pesar de su juventud, quien aspira a hacer grande a los dragones. Dispone del espíritu ambicioso, la confianza del ganador y de futbolistas.