La pasión por lo japonés no se queda solo en el manga y la cultura pop. En Expotaku funciona una taberna al estilo de las de Kyoto que sirve sushi, fideos y tapas japonesas. También funciona un espacio que imita a los hoteles tradicionales ryokan, en donde chicas vestidas de colegialas, con sus carteras a las espaldas y todo, toman té verde. «Lo de los uniformes de los colegios es muy característico en Japón con sus diseños marineros. En las series muchas chicas los llevan», señala una de ellas.
Pero, sin duda, las grandes estrellas de Expotaku son las lolitas, un personaje clave en toda esta subcultura. Cristina Vázquez lleva 10 de sus 26 años vistiéndose así: «Me hace sentir increíblemente linda y como una princesa, es como mi burbuja. Ser una lolita es mi manera de escaparme de la sociedad, del trabajo, de los estudios, de todo». Ella va de lolita sweet. «Cada lolita es diferente, yo me visto en función de mi estado de ánimo y hoy voy dulce. No siempre es lo mismo».
María Fernández peina sus tirabuzones frente a un espejo. Va impecable y agradece el cumplido. Es una gothic-lolita. «Me siento muy guapa, muy bella y muy cómoda así. Todo es una mezcla de mundo infantil, la época Victoriana y el Rococó. Se trata del modo en el que los japoneses ven la Europa antigua. Ellos idealizan a María Antonieta y las princesas de cuento, le dan un toque japonés y sale algo tan bonito como esto que puedes ver», señala.
Último día de la feria
Hoy cierra Expotaku con una de las actividades más destacadas, el concurso de cosplay, que empezará a las 13 horas. Las actividades, que incluyen varias conferencias, empezarán a las 10 horas y terminarán a las 19.30 horsa, con la entrega de premios del concurso. La entrada de día cuesta 3 euros.