Indignados más allá de los 60

Javier Becerra
Javier becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Los integrantes de mayor edad de la Acampada Coruña explican su experiencia

01 jun 2011 . Actualizado a las 12:04 h.

La indignación no entiende de edad. Lo acredita Nicanor Acosta. Sus 72 años no le han impedido incorporarse a la comisión de acción de la Acampada Coruña. «La rebeldía de ellos es totalmente justa», explica este ex sacerdote que ya sabe lo que es terminar en la cárcel por luchar por lo que él considera justo. «En la Dictadura fui cura en la iglesia de San Jorge. Una vez leí un documento sobre las torturas que se realizaban en España, pidiendo una investigación a los organismos internacionales y terminé entre rejas cerca de un año», recuerda.

De aquellos tiempos, Acosta recuerda que «teníamos un enemigo claro», no como ahora en el que «se esconde con el nombre de los mercados, ¿quiénes son los mercados?». Este indignado sostiene que «el malestar es general y los políticos no representan ese malestar» y, aunque está totalmente involucrado en la causa, «se verá luego si estamos ante un antes y un después».

«Conscientes de la situación»

Lo que sí tiene claro es que quienes acusan a los acampados de vagos o ilusos cometen una gran injusticia: «Son chicos estudiosos y muy conscientes de la situación. Se trata de gente muy responsable que pretende que la ciudadanía recupere su dignidad».

Carmelo Aguilar, sevillano, de 60 años, es un trotamundos que se enamoró de Galicia haciendo el Camino de Santiago. «Me involucré con toda esta gente porque ya pasé esto con el Franquismo. Yo me preguntaba: ??¿Pero estos tíos cuándo se van a levantar???», explica. «Ahora tienen Internet, antes no había nada de eso. Ahora me parecía imposible que no se hiciera nada. Pero, bueno, nunca es tarde si la dicha es buena», considera.