La instrumentista acaba de ganar el Premio Internacional de Jaén
20 jun 2011 . Actualizado a las 12:40 h.Marianna Prjevalskaya siempre tuvo claro su futuro. «Empecé a tocar a los seis años y ya nunca hice otra cosa. En mi vida solo he sido pianista», dice con una sonrisa esta coruñesa de adopción que procede del Este. «Nací en la antigua Unión Soviética, en Moldavia, y me vine con mi familia a Galicia en 1992», recuerda. Entonces, su padre, Vladimir Prjevalski, logró una plaza de violinista en la Orquesta Sinfónica de Galicia. Allí continúa todavía como ayudante de concertino.
Como se puede ver, a Marianna la música le venía de familia. Además del padre, su madre, ejerció de profesora. «Siempre estuve rodeada de música y para mí siempre fue algo natural -explica-. Me decidí por el piano porque era el instrumento que más me llenaba». Esas lecciones familiares las completó con sus estudios en el conservatorio de la ciudad y dos estancias en el extranjero. Primero, en el Royal College Of Music de Londres. Y, después, en el Yale School of Music de EE.UU.
Retornada ya, en A Coruña esta enamorada del Barroco y el Romanticismo sigue con disciplina de ensayos. «Depende del momento, pero suelo hacer unas cinco o seis horas diarias de estudio -explica la pianista-. Si estoy más libre y tengo más energía, algún día hago más puedo llegar a ocho horas». No hay problema: «Me gusta mucho. Yo prefiero un trabajo así que cualquier otro en el que gaste menos energía, pero que no me guste».
«He tenido varios premios en mi carrera, que son muy importantes para mí. Por ejemplo, el Premio Internacional de Piano de Jaén, que es un certamen muy importante a nivel mundial. En general, después de haber trabajado tantos años, cuando consigues varios galardones es un reconocimiento a tu trabajo muy importante», apuntó.
Marianna partía este viernes hacia Noruega. Allí iba a dar una actuación. Es parte de su particular rutina. «Para mí viajar es bastante habitual. Por ejemplo, yo en un mes he tocado en Japón, hice una gira de conciertos en Alemania, luego me fui a Italia, hice dos conciertos en Inglaterra, pasé por Francia... Y, luego, hago concursos, no paro», se ríe.
Por ahora, esta pianista continuará paseando de concurso en concurso. «Mientras la edad me lo permita seguiré -confirma-. Los concursos son para músicos de hasta 30 o 32 años. Luego, hay algunos que dejan hasta 35, pero son muy pocos». Además, en su mente está «convertirme en una concertista internacional» y la docencia: «Me interesaría dar clase, pero darla en un conservatorio de nivel, porque me gusta enseñar, pero para gente que ya sepa tocar el piano».
Gran nivel en A Coruña
Marianna considera que A Coruña goza de un gran nivel dentro de la música clásica. Destaca la programación: «Se puede escuchar música de diferentes géneros y épocas. Hay muchísima variedad y, para una ciudad como esta, yo creo que está muy bien».
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