El fuego se inició sobre las 22 horas por causas que se desconocen, cuando las instalaciones estaban ya cerradas.
23 jun 2011 . Actualizado a las 12:21 h.Un espectacular incendio consumía anoche una montaña de bloques de desguace en la chatarrería Bellagona, en el polígono de la Grela, donde los bomberos preveían continuar durante toda la noche para lograr sofocar las llamas, que a medianoche daban por controladas.
El fuego se inició sobre las 22 horas por causas que se desconocen, cuando las instalaciones estaban ya cerradas. La densa humareda del material quemado alertó enseguida a muchos de los conductores que a esas horas transitaban por la zona, entre ellos el responsable de una nave cercana, que de inmediato se desvió hacia la base de los bomberos para dar la voz de alarma. En el parque de la Grela los técnicos contraincendios ya estaban avisados, puesto que «lo vimos desde la cocina», confirmaron desde la central.
La chatarra del «Mar Egeo»
Al Camino del Bosque se acercó inicialmente un coche de bomberos, pero llegaron a coincidir hasta cuatro, además de Protección Civil, agentes de la Policía Nacional y Local y una ambulancia del 061, que avanzado el fuego llegó a prestar mascarillas al personal de la empresa que, en el interior, luchaba contra las llamas. También se desplazó un coche de los agentes forestales de la Xunta, ya que se temió incluso que las chispas que se desprendían del foco de llamaradas llegasen a prender en el monte elevado situado justo detrás de la chatarrería.
A las 23.30 horas y con llamas que llegaron a superar los diez metros de altura, habían descargado agua ya una docena de camiones, mientras una grúa-pinza de la propia empresa colaboraba en la retirada de los bloques prensados para tratar de aminorar el incendio.
Junto a la montaña de material desguazado y prensado se encontraba la chatarra del Mar Egeo, pero también la maquinaria empacadora, seriamente amenazada por las llamas. Esa era una de las preocupaciones de los trabajadores, algunos de los cuales se acercaron hasta la empresa para tratar de echar una mano en la extinción, durante la cual se registró alguna pequeña explosión.
Sin heridos
Aunque todos destacaron la fortuna de que no hubiese heridos, la inquietud era patente entre los propietarios y familiares de Bellagona, afincada en la ciudad desde 1970, que al llegar al lugar se echaron las manos a la cabeza al ver el alcance del fuego.
Trabajadores de las empresas cercanas también se trasladaron hasta la zona alertados por el humo y las llamas, y algunos siguieron el trabajo de los bomberos con visible preocupación. «Si prende en la otra nave, entonces sí que no hay quien lo apague: está llena de madera», comentaba José Varela, de Maderas L. Pampín.
Aunque se desconoce qué pudo originar el fuego, los bomberos no descartaban que una chispa hubiese prendido en el material, al acumularse grasas y aceites entre la chatarra.
«Si prende en la otra nave, entonces sí que no hay quien lo apague: está llena de madera»
José Varela